Pepper (“Pimienta”) es del tamaño de un nene, se mueve sobre ruedas, es autónomo y cuenta con una pantalla en el pecho. Puede mantener una conversación y, sobre todo, interpretar las reacciones de sus interlocutores y recordarlas en un próximo encuentro.



“Pepper podría convertirse en un amigo o en un formador para un nene, por ejemplo”, explicó el presidente ejecutivo de SoftBank, Masayoshi Son, un directivo apasionado por las nuevas tecnologías que es conocido como “el Bill Gates japonés”.

La idea es que el robot aprenda mediante actualizaciones, por lo que irá mejorando con el paso del tiempo. Actualmente entiende 4.500 palabras (en japonés, claro) y es capaz de descifrar qué hay detrás del tono de voz con el que le hablen. En la nube, habrá una interconexión entre todos los Pepper de todo el mundo para que compartan datos sobre sus usuarios y mejoren su capacidad de comprensión, aunque SoftBank asegura que “en ningún caso se compartirá información privada”.

“Pepper puede entender ya entre el 70 y el 80% de una conversación”, explicó Son. El robot“podrá aprender a conocer a los miembros de una familia a medida que pasan los años y convertirse en un miembro de ella”, agregó.

Lo más interesante es que Pepper será relativamente económico (190.000 yenes, lo que equivale a unos 1.850 dólares) y que será capaz de reconocer, aprender y expresar emociones. Por el momento no se sabe si llegará a otros mercados o si únicamente se venderá en Japón.

Pepper es capaz de comunicar estas emociones mediante lenguaje oral o corporal y tiene micrófonos y sensores de proximidad, lo que facilita la tarea. Características que le servirían para el cuidado de nenes, enfermos y ancianos aunque la empresa aún no lo promueva para tales funciones.

Dos Peppers recibirán desde este viernes a los clientes que se acerquen a las oficinas de SoftBank en los barrios de Tokio de Ginza y Omotesando. Se instalarán progresivamente en otros puntos de venta del grupo en Japón. El robot no atenderá a los clientes, pero podrá darles la bienvenida y hablar o jugar con ellos.



El desarrollo estuvo a cargo de la compañía francesa, Aldebaran, ya conocida por producir robots personales, y serán fabricados en Taiwán.