El vicepresidente afirmó que las gestiones para levantar la quiebra de la imprenta "empezó en la AFIP y no en Economía"; descalificó con dureza a José Guillermo Capdevila.
El vicepresidente Amado Boudou volvió a elegir a la prensa ligada al Gobierno para defenderse de las graves acusaciones que pesan en su contra en la causa de la ex Ciccone, la imprenta que fabricaba billetes. En una entrevista con el diario Tiempo Argentino,el funcionario volvió a vincular a la AFIP, que encabeza Ricardo Echegaray, con las gestiones sobre la empresa y tuvo duras palabras hacia el ex director general de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Economía, José Guillermo Capdevila, un testigo clave del caso, que se fue del país luego de que recibiera presuntas amenazas.
"Es muy llamativo que aparecen en esta causa, siempre dos años después, testigos asustados por que alguien los amenaza. Pasó con la familia Ciccone, pasó con Capdevila. Es gente que tiene un susto de efecto residual o demorado", afirmó Boudou, durante la entrevista.
Capdevila es el quinto testigo amenazado en el marco de la causa que tiene a maltraer al vicepresidente. El primer testigo amenazado fue un yerno de Nicolás Ciccone, Guillermo Reinwick ; el segundo, Luis Scolari -un ex socio de José María Núñez Carmona, el socio de Boudou-, y la restante fue una enfermera del otro fundador de la imprenta, Héctor Ciccone. La ex esposa de Alejandro Vandenbroele, Laura Muñoz , también denunció que desconocidos la amenazaron en la provincia de Mendoza, donde vive.
"A uno lo que le gustaría pensar es que fue un acto de delirio de esta persona [por Capdevila] y dijo cualquier cosa. Puede ser por notoriedad, puede ser porque lo hayan interesado de algún lugar. Si realmente hubo amenazas, es grave y hay que investigar. En este país las mafias siempre han estado vinculadas a negocios y grupos de negocios, y no al Estado. Así hay que ver desde qué mafia lo quisieron intimidar si es que esto fue así", señaló Boudou.
En la defensa que ensayó durante la entrevista, Boudou volvió a apuntar contra la AFIP: "Capdevila era un funcionario del Ministerio de Economía, que, cuando llegó el pedido de la AFIP -porque todo esto empezó en la AFIP y no en Economía- para evaluar la posibilidad de un plan de facilidades de pago de la empresa Ciccone, elaboró un dictamen en el que señaló que yo tenía que contestar cuáles eran las políticas generales del gobierno, pero no podía meterme en la cuestión de dar o no el plan, pero sí podía pedir que se sustancie", explicó el ex ministro.
Y agregó: "Después elaboramos la nota respuesta que está firmada por Capdevila. La firma principal es la mía, pero Capdevila visó la nota y la firmó. Finalmente el plan no se concedió y yo no pedí que le dieran un plan especial. Luego de eso, Capdevila declaró ante la justicia como testigo por esa nota y dijo que estaba bien lo que había contestado en ella, que el dictamen estaba hecho en base a la ley y la nota también".
Con una agenda oficial cada vez más acotada, el ex titular del Palacio de Hacienda reapareció en los medios oficialistas pocos días después de que la Cámara de Casación Penal rechazara su pedido para ser sobreseído del caso Ciccone. La decisión del máximo tribunal en la materia después de la Corte Suprema lo dejó al vicepresidente, investigado por negociaciones incompatibles con su función, al haber contribuido a dejar en manos de supuestos allegados suyos la gestión de la imprenta, más cerca de poder ser citado a declaración indagatoria.