El secretario de la Presidencia, Oscar Parrilli, leyó un telegrama girado por Juan Pablo Cafiero en donde se hacen públicos los términos de un mensaje de Francisco en el que lamenta los malentendidos.
Por primera vez desde que asumió como jefe de Gabinete, Jorge Capitanich no cumplió con el ritual de su conferencia de prensa diaria en Casa de Gobierno. A excepción de feriados y días no laborables, el ex gobernador de Chaco siempre dijo presente. Esta vez fue reemplazado por el secretario de la Presidencia, Oscar Parrilli, y el secretario de Culto, Guillermo Olivieri, quienes intentaron echar luz sobre el misterio de la carta del Papa.
El único que habló fue Parrilli. Leyó una comunicación del embajador argentino ante el Vaticano,Juan Pablo Cafiero, y ambos funcionarios se retiraron sin aceptar preguntas. De acuerdo al testimonio del colaborador de Cristina Kirchner, Cafiero recibió esta mañana un llamado del Papa en el que aclaraba el camino de la carta de la polémica.
"De manera oficial me manifestó que la carta es auténtica. Se corresponde con los telegramas que suelen enviar a otras naciones cuando se celebran las fiestas patrias", escribió Cafiero en la misiva que fue leída por Parrilli.
El Gobierno aseguró que el Papa "se lamentó por los que sembraron dudas" y se "molestó con algunos medios que quisieron sacar agua de la tierra árida para generar conflictos sin tener el rigor de informar con la verdad a la sociedad".
El embajador argentino indicó que Francisco le pidió expresamente que hiciera pública la conversación. El funcionario el transmitió en nombre de todos los argentinos buenos deseos para que el próximo viaje a Tierra Santa "tenga los frutos que la humanidad espera".
El jueves al mediodía, Presidencia de la Nación difundió el escrito por los mismos canales en los que suele comunicar la actividad oficial de Cristina Kirchner. La nota fue publicada en Infobae y en el resto de los medios de la Argentina. A las 18, el oficial de protocolo del Vaticano, monseñorGuillermo Karcher, desmintió el contenido de la nota en un programa de televisión y habló de "mala leche" de quienes la habían difundido. Cuando caía la noche, el secretario de Culto indicó en una conferencia de prensa que el telegrama había sido entregado por la Nunciatura.
Esta mañana, a las 6, Karcher empezó un recorrido por las radios más escuchadas de la Argentina para intentar explicar qué fue lo que sucedió. Dijo que en realidad la nota era "un telegrama legítimo" de Francisco. Las tapas de los diarios, que a muchas casas todavía no habían llegado, quedaron en ridículo. Después llegó la palabra de la Nunciatura Apostólica y finalmente fue el propio Francisco a través del embajador argentino el que cerró la polémica.