El Gobierno sigue a la espera de una señal más contundente de la industria automotriz para revisar el último aumento de los impuestos internos que dispuso sobre el sector, aunque volvió a expresar que la anulación lisa y llana de esta cuestionada medida es improbable
Mañana volverán a reunirse funcionarios y empresarios para discutir esta cuestión, en medio de las crecientes suspensiones en el sector, que ya afectan a más de 10.000 trabajadores.
Fuentes de los ministerios de Economía y de Industria aclararon a LA NACION que en la última reunión, el viernes pasado, no se les propuso a las automotrices una rebaja de este impuesto. "Ni siquiera se habló del tema", aseguraron las fuentes oficiales de las carteras que conducen, respectivamente, Axel Kicillof y Débora Giorgi.
En cambio, aclararon que "la industria sigue sin explicar los fundamentos del fuerte aumento de precios registrado en los últimos meses", luego de la devaluación de enero y del mencionado aumento tributario.
El ministro Kicillof dijo públicamente que considera que esos aumentos fueron "desmedidos" en relación con el incremento impositivo, y sugirió que se desande el camino de alza de precios para poder reactivar el alicaído mercado de autos. En el acumulado del primer cuatrimestre la producción cayó 17,9% respecto del mismo período de 2013, mientras que las ventas al público bajaron 18,3% y las exportaciones, 18,6%.
Por esta razón, "si se demostrara a través de un estudio serio de estructura de costos que los aumentos de precios fueron justificados, podría haber una revisión, pero no una anulación del incremento impositivo", expresaron fuentes de ambos ministerios.
Las fuentes calificaron como "operaciones del sector" los trascendidos que daban cuenta de una evaporación de la suba tributaria. Pese a las diferencias que existían dentro del Gobierno en torno de esta cuestión, ahora los funcionarios parecen abroquelados detrás de la dura postura de Kicillof.