En dos actos, realizados uno por la mañana y otro por la tarde, obtuvieron sus diplomas 35 graduados de la Facultad de Agronomía y Veterinaria, 14 de Ciencias Económicas, 18 de Ciencias Exactas, 30 de Ciencias Humanas y 7 de Ingeniería.
Por la mañana, en un clima de emoción y orgullo, los familiares y amigos de los egresados colmaron las instalaciones del Aula Mayor del campus de la UNRC para participar de la ceremonia de colación de grado, que fue presidida por el vicerrector Javier Salminis, decanos, vicedecanos, secretarios del Rectorado y de las distintas facultades y demás autoridades universitarias.
En esta oportunidad, la profesora Rosa Cattana, decana de la Facultad de Ciencias Exactas, tuvo a su cargo las palabras de despedida de los nuevos profesionales en representación de las autoridades de esta casa de estudios, mientras que por los graduados, en el acto matutino, pronunciaron su discurso en forma conjunta los contadores públicos Maximiliano Nicolás Barcena y Luciano Martín Busnelli.
En su mensaje, la decana de Ciencia Exactas trazó un recorrido por los momentos históricos y políticos más sobresalientes que dieron origen y marcaron posteriormente el desarrollo y la vida institucional de la Universidad Nacional de Río Cuarto.
En ese marco, señaló: “Este relato sobre la historia de la UNRC, constituye parte de mi historia, ya que como estudiante secundario participé en los años ‘70 y ‘71 en los petitorios por la creación de la Universidad, luego desde el 74 en que comencé mis estudios, ya ésta pasó a ser el lugar por donde he transitado todas las etapas, como estudiante, como graduada y estudiante de posgrado, como docente y actualmente en este cargo con el que la comunidad de la Facultad me ha honrado. Esta es la historia que puedo contar desde mi posición de éxito, considerando que he superado las distintas etapas”.
“Pero sabemos que la historia no es objetiva –agregó-. Como dice una canción de Juan Carlos Baglietto, ‘si la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia…’. La historia de quienes ingresan y ven frustrados sus sueños porque no pueden permanecer en ella. Tal vez, la historia que ellos cuenten sobre la Universidad sea diferente”.
“Y también hay otra historia, la historia de quienes cuando cuentan su historia jamás mencionarían a la Universidad, es la historia de 10 millones de pobres, 1 millón de niños sometidos a trabajo infantil, 100 mil hogares arruinados por el paco, medio millón de personas reducidas a servidumbre en prostíbulos y talleres clandestinos, 250 mil campesinos e indígenas desplazados por el agronegocio, 7 millones de argentinos sin vivienda digna, 2.300 villas y asentamientos sin infraestructura social y básica, 2 mil pibes asesinados por el gatillo fácil”.
Subrayó la profesora Cattana: “En el marco de esta reflexión es que pienso que los conocimientos y el diploma que nos ha otorgado la Universidad pública nos sirven para posicionarnos mejor en lo social y en lo laboral, pero también nos posibilita y genera la obligación moral y ética de intentar mejorar esa historia. Ambicionar como graduados la modificación del destino de estos compatriotas alejados de la Universidad debiera ser la obligación de nuestras conciencias”.
La decana de Ciencias Exactas parafraseó luego a Galeano y remarcó: “Hay quienes creen que el destino descansa en las rodillas de los dioses, pero la verdad es que trabaja como un desafío candente sobre la conciencia de los hombres”.
Una nueva etapa
Por su parte, los contadores públicos Barcena y Busnelli consideraron que este acto de colación de grado “significa un cierre definitivo a esta etapa de nuestras vidas, sin duda una de las más importantes. Como no podía ser de otra manera, se trata de sentimientos de felicidad y agradecimientos, porque lo compartido en estos años nos ha enriquecido y mucho”.
“Al mirar hacia atrás –añadieron- tenemos la certeza de que nuestro paso por la Universidad hizo que nos formáramos no sólo desde lo académico y profesional, sino fundamentalmente desde lo personal”.
Barcena y Busnelli destacaron: “Al llegar a esta instancia nos damos cuenta de que este no es el fin sino el comienzo de una nueva etapa en la que ejercitaremos nuestra profesión con responsabilidad y con todos los valores que hemos aprendido en nuestro paso por esta Universidad. ¿De qué valdría ser personas exitosas desde lo profesional si los medios que utilizamos para ello distan de lo que se considera una buena persona o la buena fe? Un compromiso desde lo social y humano es un requisito sine qua non para toda nuestra vida y en todos los aspectos de esta vida”.
“Esta Universidad –indicaron los nuevos egresados- tiene como meta fundamental formarnos como personas social y humanamente comprometidas”.
“En este sentido, y en pos de una mejora constante, la demanda de una mayor integración de la Universidad con las sociedades local y regional hace imperiosa una adecuación permanente a dichas necesidades. Una mayor interacción entre las fuerzas vivas de cada región y una apertura total de la Universidad generarían proyectos que redunden en el bien general, con crecimiento y desarrollo”.
Finalmente, al dirigirse a sus compañeros graduados, remarcaron: “Nunca se olviden del juramento que hoy hacemos y no dejemos de cumplirlo, ejerciendo nuestra profesión al servicio de la Nación y a favor de la vida, la paz, la democracia, los valores de la libertad y de la dignidad humana, porque estamos seguros que al fin de cuentas será nuestro aporte a una sociedad mejor para todos y cada vez más justa. Comprometámonos a cumplir con este deber social y a dedicar nuestro pequeño o gran aporte para el bien de todos”.