Es para evitar que se disparen los precios de la harina y el pan. Si hay fuertes variaciones, los exportadores volcarán cereal al mercado local.
Preocupado por evitar que los precios de la harina y el pan se disparen como ocurrió el año pasado, el Gobierno logró un compromiso de los exportadores de granos para abastecer el mercado ante cualquier variación que pudiera presentarse con el valor local del trigo.
Ayer, junto a su par de Agricultura, Carlos Casamiquela, el ministro de Economía, Axel Kicillof, recibió a los integrantes de la Mesa del Trigo. Entre ellos estaban los exportadores, de quienes consiguió un compromiso para evitar la situación de crisis que hubo en el mercado en 2013, cuando una magra cosecha de 2012 hizo que faltara el cereal y subieran los precios de la harina y también del pan, pese a que el trigo incide en menos del 10% del valor final del producto.
En este sentido, por un lado se resucitó un acuerdo de 2009, impulsado en ese momento por el ex secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno, para que, ante un eventual faltante, los exportadores vuelquen al mercado interno para los molinos el cereal que tengan en su poder o, en su defecto, si fuera necesario, lo importen.
Por otra parte, ayer se incluyó en ese acuerdo una cláusula gatillo por la cual si el precio superara durante cinco días consecutivos el valor FAS teórico (que surge del FOB, menos retenciones y gastos de comercialización y es publicado por el Ministerio de Agricultura para reflejar la capacidad de pago del comprador), los mismos exportadores ofrezcan hasta 500.000 toneladas de trigo a los molinos al precio FAS teórico.
"El compromiso de los exportadores ya estaba desde 2009, pero ahora se agregó una cláusula gatillo que deberá respetar el precio del FAS teórico. Esto demuestra que el Gobierno no quiere los saltos de precios del año pasado", indicó un operador.
"Hay un compromiso de abastecimiento al mercado interno si llegara a faltar y se dispara [el precio]", expresó Íder Peretti, presidente de la Cámara Argentina de Productores y Exportadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).
En el encuentro, los funcionarios dijeron que también buscan impulsar un mercado de futuros para que los molinos allí compren mercadería. "Se va a establecer el sistema para que vayan teniendo previsibilidad en el precio y el abastecimiento", indicó Claudio Andreoli, presidente de la Comisión de Agroindustria de la Confederación General Económica (CGE).
A todo esto, se habló de un nuevo sistema electrónico para agilizar la entrega de los permisos de exportación. Según dijo allí Kicillof, será automático.
El ministro, que se mostró entusiasmado cuando varios operadores le confiaron que este año la siembra del cereal crecería entre 15 y 20%, prometió a los presentes: "Después de asegurar el precio interno de la harina y el pan para todos los argentinos, se va a exportar hasta el último grano de trigo excedente producido", les prometió a los exportadores.
Por la sequía en los Estados Unidos, el precio internacional del cereal viene en alza (como se informa en las páginas 12 y 13). Sin embargo, su impacto en la Argentina es relativo porque el Gobierno fija cupos a la exportación que traban la libre competencia entre los compradores.