El estrés, el insomnio o la ansiedad pueden tratarse sin necesidad de medicamentos. ¿Cómo? Mediante al ronroneo de los gatos, cuyos beneficios terapéuticos los expertos en animales no se cansan de señalar.
Jean-Yves Gauchet es veterinario francés y reivindica la utilidad del “ronroneo terapéutico”, pues asegura que el sonido felino “apacigua” y actúa como un medicamento sin efectos secundarios.
Vibraciones aquietantes
“Cuando el organismo lucha contra situaciones difíciles, como el estrés, el ronroneo del gato, que emite vibraciones sonoras, tranquilizan, un poco como sucede con la música”, explica Gauchet. El gato es como un violonchelo cuya música se amplifica en función del tamaño desu caja torácica, que hace de caja de resonancia. El ronroneo viene de la laringe y sus vibraciones son un signo de tranquilidad entre los felinos. “Es el primer signo que la madre envía a los cachorros, una llamada al reconocimiento y a la calma que también funciona con el hombre”, afirma el veterinario.
El hombre percibe el ronroneo por el tímpano pero no solamente: “También es por medio corpúsculos de Pacini, terminaciones nerviosas situadas al ras de la piel, que percibimos el ronroneo, que emite frecuencias bajas, de entre 20 y 50 hertz. Al cerebro, pues, le llegan pensamientos positivos y de bienestar”.
Animal de compañía
Pero las virtudes de los gatos no se limitan al ronroneo. “Los gatos son bebés eternos, les encanta jugar y que les acaricien, por eso pueden llenar el vacío afectivo de quienes no tienen hijos”, declara el experto.
En las residencias de ancianos en las que se aceptan gatos, éstos reconfortan a los residentes. Ha habido casos de personas con problemas de comportamiento a las que sólo les tranquilizaba la presencia de un gato, que también les ayudaba a conciliar el sueño.
Una relación que viene de largo
Según Véronique Aïache, periodista de salud y autora de La ronron thérapie (El ronroneo terapéutico, Ed. Guy Trédaniel), “el gato reduce el estrés, regula la tensión arterial, aumenta las defensas inmunitarias y sirve de apoyo psicomotor”. La periodista se basa en los resultados de un estudio llevado a cabo en los años cincuenta por médicos americanos. Las vibraciones emitidas por el ronroneo han sido reproducidas por fisioterapeutas para acelerar la cicatrización ósea”, recuerda.
En Japón existen incluso los bares de gatos, donde los clientes van a relajarse después del trabajo y toman té acariciando a los animales.
La complicidad entre el hombre y los felinos viene de largo. Según el arqueólogo Jean-Denis Vigne, que se hayan encontrado sepulturas de hombres con esqueletos de gatos que datan de 8500 años antes de nuestra era es prueba de una relación entre ambos seres en la vida y en el más allá.
Los gatos están de moda, es una pena que las personas alérgicas no puedan disfrutar de estos seres fascinantes repletos de virtudes. (Fuente:bienestar.doctissimo.com)