Los autores del polémico proyecto de ley que propone limitar los paros que afecten la prestación de los llamados servicios esenciales aseguraron ayer, en medio de los reproches de todo el arco sindical, que no tienen apuro en someterlo a votación.

No obstante, si por alguna circunstancia impulsaran su debate en el recinto tal como está redactado, al oficialismo no le alcanzarían los votos para aprobarlo. El efecto es obvio: por ahora no será tratado en el pleno de la Unicameral.

Por lo menos siete legisladores de Unión por Córdoba confirmaron ayer que no darán su voto al proyecto en cuestión, a pesar de que los autores de la iniciativa (los legisladores Oscar González, Carlos Gutiérrez y Sergio Busso) afirman que no quieren cercenar el derecho de huelga, sino “sólo asegurar la prestación de los servicios esenciales cuando se implementan medidas de fuerza”.

Rebeldes propios

A los seis “rebeldes” que el lunes último habían adelantado su voto negativo (Dante Heredia, Juan Manuel Cid, Nadia Fernández, Sandra Trigo, Adhelma Ponte y José “Pepe” Pihen), se sumó ayer Graciela Susana Brarda, una llaryorista que está casada con un dirigente sindical, que no quiere saber nada con el proyecto de sus jefes de bloque.

Con esas bajas, Unión por Córdoba sólo tendría 34 votos, y necesitaría que un legislador de alguno de los bloques opositores le conceda su respaldo para forzar un desempate de la vicegobernadora Alicia Pregno. Inclusive descartando la posiblidad de que a Pregno se le ocurra imitar el voto “no positivo” de Julio Cobos, es un panorama demasiado arriesgado para un oficialismo que en los últimos 13 años no ha perdido nunca.

El voto salvador podría surgir del exjuecista devenido aliado del delasotismo Rubén Borello, o del macrista Javier Pretto, quien no pudo ser ubicado. Borello dijo que el Estado debe asegurar la prestación de los servicios esenciales durante las medidas de acción directa. No obstante, y por las dudas, avisó que en la sesión de hoy no estará presente porque está de viaje, y que tendría que “ver bien todo” antes de decidir su voto.

La jefa del bloque del Frente Cívico, Liliana Montero, planteó que sería un atropello que el oficialismo apurara el debate del proyecto para los próximos días. Y aseguró que ella no se deja atropellar. Agregó que antes de decidir cómo votar se debería responder si a la Legislatura le compete legislar sobre esta cuestión; y si es correcto contraponer los intereses de los ciudadanos con los de los gremios, sacando al actor esencial. Remarcó que Argentina ya tiene una legislación sobre servicios esenciales y opinó: “Esta discusión saca de la escena otras discusiones más importantes, como por ejemplo los nichos de corrupción que hay en Córdoba como lo de la financiera CBI y otras cosas”.

El radical Eduardo Yuni adelantó que “como está, el proyecto parece una puesta en escena” que la UCR no está dispuesta a acompañar. Y coincidió en que “pareciera que están tapando otras cosas”. El kirchnerista Fernando Salvi, jefe del bloque que también integra José Luis De Lucca, adelantó su rechazo si lo impulsan sin cambios. “Si aceptan sugerencias podríamos apoyar, pero así no”.

Aurelio García Elorrio (Encuentro Vecinal) coincidió con la tesis de que el proyecto se lanzó “sólo para tapar u ocultar otras cosas”. Y desde el FIT, argumentaron que el proyecto pretende cercenar el derecho de huelga de manera escandalosa. El socialista Roberto Birri también lo rechazaría.

Fuente: La Voz del interior