Igualaron 1 a 1. El local ganaba con gol de Gigliotti ante un equipo que no tenía con qué hacerle daño. En el complemento, los de Bianchi renunciaron a la tenencia de la pelota y la visita lo igualó a los 42 con un golazo de Pisculichi. El empate dejó a Boca a cuatro puntos de la cima
Boca y Argentinos Juniors igualaron 1 a 1 en "La Bombonera" en un partido emotivo, jugado con dientes apretados, que sin embargo dejó un resultado insuficiente para las necesidades de uno y otro lado.
El único gol del primer tiempo lo convirtió Emanuel Gigliotti cuando iban 37 minutos; en tanto que Argentinos igualó a los 42 por intermedio de Leonardo Pisculichi.
Boca se relamía con una victoria ajustada que no podía asegurar, porque lo colocaba a dos puntos de los líderes -Colón de Santa Fe y Estudiantes de La Plata-, Argentinos, finalmente, terminó celebrando que todavía respira en la tabla de promedios, aunque continúa último.
Los dos lucieron ambiciosos desde el primer minuto, Argentinos se proyectaba solo con su línea ofensiva y Bocatrataba de manejarse en bloque, mandando a todos sus cabeceadores cuando conseguía un tiro de esquina, empujado por una multitud que clamó, desde el inicio, para que el equipo sumara tres puntos.
Riquelme pronto comenzó a manejar a Boca, propiciando el toque corto y gil, mientras que sus compañeros se las ingeniaron para estar a su altura, como fue el caso de Erbes, quien le devolvió un centro a los 15 minutos, que el "10" conectó haciendo pasar la pelota cerca del travesaño, apenas alto.
Argentinos recuperaba hoy a Leonardo Pisculichi, quien junto con Rodrigo Gómez eran cartas ofensivas esperanzadoras, quienes debían abastecer a José Sand; de todo ello tomó nota la defensa de Boca que desde el comienzo procuró jugar con orden, máxima concentración y coordinación.
La segunda ocasión de gol para Boca fue un cabezazo de Gigliotti desde excelente ubicación tras centro de Riquelme enviado desde la derecha, pero el intento fue desbaratado por el arquero Nereo Fernández, hasta ese momento de buena actuación.
Pero en un centro posterior, que llegó desde la izquierda, enviado por Nahuel Zárate, el artillero boquense se tomó desquite, cuando recibió de Lautaro Acosta, quien en el segundo palo evitó que la pelota saliera, volviendo a mandar el centro.