Algunos padres notaron "conductas extrañas" en sus hijos y los enviaron al psicólogo. Pero una ex empleada reveló el origen. Los chicos también dieron detalles. El caso recuerda al del jardín Tribilín en San Isidro.
Unos diez padres de La Pampa se presentaron ante la Justicia para que investigue si sus hijos son sometidos a malos tratos en el jardín maternal Piruetas, de Santa Rosa, al que asisten a diario 26 bebés y niños de hasta 4 años. Por lo pronto, dejaron de enviar a sus hijos a ese establecimiento.
Problemas para dormirse, miedo al agua, pesadillas, ataques de pánico… los síntomas que detectaron los padres en sus hijos son los mismos que sufrían los niños del jardín de infantes Tribilín, en San Isidro, que se hizo conocido en febrero, cuando un padre logró filmar el horror al que era sometida su hija en ese establecimiento.
Algunos papás decidieron enviar a sus hijos al psicólogo, pero el origen de los miedos de sus hijos estaba, aparentemente, en el lugar en el que debían cuidarlos. "A mi hija la encerraban con la mamadera en una habitación a oscuras donde duermen los bebés porque lloraba mucho. Ahí la dejaban hasta que se calmaba, y un rato antes de que la retirara le lavaban la cara", contó Mariela Lardone, madre de uno de los niños.
“En el caso de mi hijo –explicó otro de los padres– no lo podemos sentar en la sillita para que coma; y alguien que conoce cómo se manejan las cosas en el jardín contó que a los chiquitos que lloran directamente los sacan con la sillita y todo al patio hasta que se callan".
Un tercer padre comentó que su hijo "apareció en seis oportunidades golpeado". ¿Su fuente? "Una chica que fue desvinculada del jardín y los propios chicos".
El periódico La Arena consultó a las autoridades del jardín. Rechazaron las acusaciones y advirtieron que los disconformes “son unos pocos padres”, aunque de acuerdo a los datos arrojados por la prensa local, abarcaría al 38% de los alumnos.
Infobae también trató de comunicarse con Piruetas, pero la persona que atendió señaló que “nadie va a opinar” y cortó abruptamente la comunicación.
Las condiciones de trabajo en el jardín no serían las mejores: la ex empleada detalló que “todos” “cobran en negro entre 700 y 800 pesos”. Sin embargo, los padres aseguran queno hay maestras especializadas sino empleados improvisados.
Según trascendió, el jardín estaría habilitado por el Municipio de Santa Rosa y el Ministerio de Bienestar Social provincial, pero no por la cartera educativa, lo que es negado por la directora. Al respecto, Diario Textual recordó que la semana pasada ingresó a la legislatura provincial un proyecto de ley para regular los jardines de infantes. La ley, otra vez, detrás de los hechos.