La Justicia realizaba esta mañana la reconstrucción del momento en que Pablo García Aliverti, hijo del periodista Eduardo Aliverti, atropelló y mató a Sergio Rodas, quien transitaba en bicicleta por la Panamericana, y lo llevó unos 17 kilómetros enganchado en el parabrisa del auto. Sin embargo, el proceso debió ser suspendido debido al intenso tránsito sobre la autopista.

El peritaje judicial empezó cerca de las 6, a la altura del kilómetro 52 de la Panamericana, ramal Pilar, mano al sur. Minutos antes de las 7, las autoridades decidieron postergarlo. Dos carriles de la Panamericana habían sido clausurados y eso generaba importantes demoras en pleno horario pico de tránsito.

Así lo confirmó la fiscal María Inés Domínguez, quien indicó que tras una hora de diligencias se decidió suspender la reconstrucción dado que "no se pudo mantener la velocidad necesaria por el tránsito en la zona".

En el lugar estuvieron María Inés Domínguez, fiscal de Pilar, Pablo García y Catalina Rodas, la mujer del vigilador muerto.

"Me duele mucho revivir lo ocurrido, pero acá estoy, por él", sostuvo Catalina. "Quiero verlo preso a García, confío en la justicia", agregó.

En medio de la reconstrucción, la mujer dialogó algunos minutos con García. "Yo soy muy creyente. Puedo hablar con él, es un ser humano", expresó la mujer ante la prensa. Reiteró que "la única Justicia es la cárcel", pero aclaró que podría "perdonarlo" una vez que esté condenado. "Yo sé que mi hijo me está mirado y no quiero que él se llene de bronca", sostuvo.

Qué pasó. El 17 de febrero de 2013, a las 6, García Aliverti conducía solo su Peugeot 504 por la Panamericana, mano a Capital. "Alcancé a divisar una figura oscura que se me venía encima. Accioné los frenos, pero resultó imposible evitar la colisión", había relatado García en su declaración.

Al describir el momento en que Rodas, un vigilador que se dirigía a su trabajo en el country Mapuche, se incrustó dentro de su auto, García Aliverti había explicado que "estalló el parabrisas", que recibió "un duro golpe en la zona del pecho" y que los vidrios le provocaron "cortaduras en el rostro y en los brazos".

"En ese momento sufrí una modificación de mi estado de ánimo, que luego me explicaron que se denomina estado de shock", había indicado.

"Tuve terror de terminar participando en un choque en cadena, pese a que el tránsito no era fluido. Así como el señor Rodas me apareció de la nada, temí detenerme de golpe y ser embestido por otro rodado", había agregado.

Sobre los 21 minutos que tardó en descender del auto, donde estuvo sentado al lado del cadáver de Rodas -tal como se ve en el video del peaje-, García había contado que se quedó dentro del auto "hasta que personal policial" le "permitió bajar".

El hijo de Aliverti había dicho que no descartaba que lo hubieran sedado, porque no recordaba nada de "lo que sucedió después".

El test de alcoholemia había dado 1,45 gramos de alcohol en sangre, casi el triple del máximo permitido, según las constancias de la causa.

En mayo del año pasado, cuando García Aliverti declaró por primera vez en la causa, había dicho: "Si el señor Rodas no hubiera circulado por la autopista [en bicicleta], como lo prohíbe la ley, sin duda no se hubiese producido el fatídico desenlace".

La Nación