Tras cinco largos meses de espera y trámites ante la Justicia de Familia, María Ovando pudo recuperar la tenencia de sus dos hijas más pequeñas –tienen dos y cuatro años– y una nieta. La mujer había sido separada de los chicos en marzo de 2011, cuando un juez ordenó su detención por la muerte de su hija desnutrida, a la que había enterrado en un monte cercano a su rancho de Colonia Mado, en el Norte de Misiones.
 
Sin embargo, la lucha de Ovando no finalizó porque todavía espera que la Justicia le entregue a su hijo Roque (7) y a su nieta Andrea (7), quienes residen en Mado al cuidado de su abuela materna, con quien no tiene buena relación.
 
La restitución fue ordenada por la jueza de Familia Margarita Potschka, quien sometió a la mujer a una serie de estudios psicológicos y también planteó una serie de exigencias económicas para garantizar que los chicos pudieran residir en una vivienda cómoda y estuvieran garantizados sus derechos básicos. Desde que salió en libertad, María buscó reestablecer el vínculo con sus hijos visitándolos todos los fines de semana. El lunes, fue su ex suegra quien llevó a los pequeños al Juzgado para la restitución Mientras busca rearmar su familia, María Ovando y algunos de sus hijos mayores comenzaron este año a cursar la primaria en una escuela nocturna de Eldorado. En febrero pasado contó que sueña con poder leer y también con llegar a cursar la secundaria.
 
Al poco tiempo de recuperar la libertad tras ser absuelta del delito de abandono de persona seguido de muerte, María consiguió trabajo como empleada doméstica en Eldorado y el Estado paga el alquiler de la vivienda donde vive actualmente.
 
En su momento, la detención de Ovando fue presentada por distintas organizaciones sociales como un caso de criminalización de la pobreza. La Justicia recién fijó fecha para el juicio oral para María cuando Jorge Lanata la entrevistó en el Penal de Mujeres de Posadas y dio a conocer su triste historia.
 
Fuente: Clarín