Una pareja puede sobrevivir al peor de los desastres pero no a una larga serie de pequeñas destrucciones cotidianas.
¿Por qué una pareja no sobrevive a las pequeñas dificultades cotidianas? No hablamos de cualquier dificultad sino de aquellas que, como gotas, caen, una y otra vez. Gotas que molestan, irritan; que poco a poco van generando una sensación oscura, agobiante, que con el correr del tiempo se transforma en resentimiento o frío desinterés hacia la pareja.
Sabiendo por experiencia propia y ajena de esta realidad, pero con la intención de investigar el fracaso en pareja, junto con un grupo de científicos trabajamos durante años recopilando información, analizando estadísticas y clasificando gran parte de todo cuanto la inventiva humana utiliza para estropear este tipo de relaciones. Y luego de siete años de trabajo concluimos que las formas más usadas para fracasar en pareja son trece.
Como toda investigación que se precie de ser seria, la nuestra siguió las pautas que dicta el pensamiento científico. En un primer momento recogimos datos, luego los analizamos y finalmente pusimos a prueba las conclusiones. Miles de voluntarios verificaron la eficacia de las trece maneras de fracasar en pareja que nosotros descubrimos, y que presentamos como trece consejos:
1. Viole el contrato de relación (con las cláusulas dichas y las no dichas).
2. Diga una cosa, haga otra. Diga una cosa y luego diga otra cosa. Haga y diga cualquier cosa.
3. Reclame, reproche y recrimine.
4. Idealice y desilusiónese. Después, denigre.
5. Pase la factura.
6. Sacrifíquese por su pareja.
7. Invalide a su pareja.
8. Haga desaparecer a su pareja, sea uno con ella.