A 11 días de su desaparición, no hay pistas concretas. Hay nueve hombres, entre ellos un expolicía, y dos mujeres investigados. La principal sospecha es que fue atacada en una caminata y que tuvo un final dramático. Para la familia aún se encuentra viva.
la mujer rubia siempre le había gustado lucir bien, esbelta, fuerte, deportiva. La operación en su brazo derecho, en diciembre del año pasado tras una caída en bicicleta, le había imposibilitado que pudiera seguir yendo al gimnasio. Por ende, había comenzado a hacer footing . Como le dolía hacerlo en zapatillas, lo hacía en ojotas para no lastimarse los pies. Aquel sábado, a la tarde, como era su nueva rutina, salió a dar una larga vuelta por el pueblo. Nunca más volvería.
A sus hijas les había dicho que la esperaran para lavarle el pelo, ya que no podía. A un hombre que la había invitado a salir, le había respondido que no y que se sentía triste porque no podía tomar sol.
Mariela Viviana Bortot (40), separada, madre de dos jóvenes veinteañeras y empleada en dos comercios de su Inriville natal, 300 kilómetros al sudeste de Córdoba, permanece desaparecida desde hace 11 días.
El paso de los días y la falta de noticias concretas sobre su paradero hacen presumir en ámbitos de la investigación en un muy mal final. Ya se dijo: está descartada una partida voluntaria de su parte.
Es que en su casa, de calle Santa Fe 310 dejó dinero, ropas, su DNI y uno de sus celulares. Al otro teléfono se lo llevó al salir a caminar.
Para los investigadores, la principal hipótesis es que Mariela habría sido víctima de alguna agresión, quizá de índole sexual, y su cuerpo fue ocultado. Otra posibilidad, que pierde sustento con el paso de las horas, es que la mujer podría haber sido raptada, con un arma de fuego, por alguna persona que la subió a un rodado para llevarla a otro destino.
Sin embargo, su carácter fuerte, la robustez y su edad hacen dudar a los detectives de un supuesto rapto. Tampoco se cree en un rapto en un pueblo tan pequeño como Inriville, a diferencia de otras ciudades.
Por otro lado, para la familia de Mariela, principalmente sus hijas Brenda y Jéssica, Mariela Bortot “se encuentra viva” y temen que haya sido raptada.
Desde que desapareció, el sábado 25 de enero a la tarde, sólo se halló una ojota fucsia a la vera del río Carcarañá, lo que incrementa la teoría de que podría haber sido arrojada a ese cauce. Sin embargo, a pesar del paso de los días, no se halló ningún cuerpo flotando.
Fuentes oficiales confirmaron que el calzado estaba a metros de un campo perteneciente al intendente de Inriville, Marcos Rodrigué, quien en las últimas horas regresó de un viaje.
Sospechosos y sospechosas
Mientras bomberos y vecinos rastrean, como pueden, las costas y el río Carcarañá, además de una vasta extensión de campos, la Policía investiga desde lo técnico (análisis de llamadas), y analiza el extenso círculo de relaciones de la mujer.
En ese marco, hay al menos nueve hombres y dos mujeres que son investigados.
Una de los últimas personas investigadas es un expolicía (J.O.), quien trabaja como guardia de seguridad del campo del intendente. Esta persona no está detenida ni imputada.
Un Peugeot 206 gris, que el exoficial (dado de baja hace ocho años) usaba para patrullar el campo fue secuestrado para pericias, tal como se informó en la edición de ayer de La Voz del Interior . Hasta anoche, esa pericia en busca de sangre o cabellos no se había realizado.
Se le habría secuestrado una pistola 9 milímetros.
El secuestro del auto gris no es antojadizo: es que un peón que vio a Mariela por última vez (caminando) dijo que también vio cerca un coche gris...
Otros hombres que tenían relación de amistad con la mujer son investigados. A saber:
Un vendedor de maní de Leones (fue el primer sospechoso). Se le secuestró un Megane gris para pericias: las pericias dieron negativo. El hombre le había declarado su amor y le escribía y llamaba al celular.
Un repartidor de golosinas de Corral de Bustos. La llamaba, quería salir con ella. “La perseguía”, según pesquisas.
Otro es el exdueño de una estación de servicios, quien habría estado interesado en Mariela y a quien le había confiado el manejo de sus finanzas.
También se investigó a dos leñadores, un fumigador de campos, el propio peón rural que la vio caminar y un hombre mayor desempleado, a quien se le secuestró una camioneta y que varias veces “piropeó” a la mujer en uno de sus trabajos. Varios demostraron que no estuvieron ese día en el pueblo.
Mujeres
Los policías también investigan a dos mujeres, casadas. La sospecha es que sus esposos se habrían enviado mensajes de texto con Mariela y ellas los habrían descubierto, según fuentes de la causa, quienes no descartan una posible “venganza” contra la desaparecida. Sin embargo, esta teoría no tiene sustento. Trascendió que en 2012 Mariela habría recibido un SMS de una de ellas para que deje de “escribirse” con su esposo.
Desaparecida
Quién es. Mariela Bortot mide 1,70 metro, es de tez blanca, tiene pelo rubio ondulado hasta los hombros y sus ojos son verdes. Tiene 40 años y es madre de dos jóvenes veinteañeras. Está separada desde hace unos 15 años. Su exesposo vive en el mismo pueblo de Inriville. Hasta desaparecer, Mariela trabajaba en una estación de servicio y en una parrilla de la población.
Dónde acudir. Quien posea alguna información respecto a su paradero o bien sobre quién podría tener relación con su desaparición, deberá acercarla cuanto antes a la Policía. O bien llamando al 101 de la fuerza, o bien al teléfono 0810-888-3368. También se puede llamar a la fiscalía de Marcos Juárez, (03472) 443-080/83.