Reiteró que el Gobierno “está solo” en la pelea para cuidar los precios. “Impulsan un golpe de mercado”, advirtió, y amenazó con “abrir las importaciones”.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, afirmó que hay un nivel de reservas monetarias “más que suficientes”, prometió que se “va a hacer el máximo esfuerzo” para que la devaluación no impacte en el empleo y en el poder adquisitivo del salario y reiteró que el gobierno “está solo” en la pelea para cuidar los precios.
También advirtió que habrá “multas, clausuras y (se podrá) de abrir las importaciones para ciertos sectores” para garantizar el cumplimiento del acuerdo de precios cuidados.
Capitanich dijo que el gobierno también estudia “la posibilidad de retirar los subsidios a la energía y créditos a tasas diferenciales que reciben algunas empresas por parte del Estado”.
Además, consideró que hay un “ataque sistemático de los medios concentrados” que busca “afectar los parámetros de credibilidad y confianza” pero aseveró que “hay una Presidenta que tiene coraje y energía, y un equipo de gobierno que está dispuesto a acompañar sus decisiones”.
“El nivel de reservas en la Argentina hoy es más que suficiente. El promedio de la década fue de U$S 36 mil millones, durante la Convertibilidad fue de U$S 22 mil millones. Tenemos la memoria impregnada, desde la convertibilidad monetaria, para establecer una relación teórica entre reservas y base monetaria”, señaló en una entrevista con Tiempo Argentino.
Volvió a apuntar contra el sector agropecuario por no liquidar divisas y sostuvo que “cuando disminuye la liquidación de soja es porque tienen los ingresos suficientes para vivir bien y cubrir sus necesidades”. “No puede ocurrir que un dirigente agropecuario diga que si vende hoy un producto a 2.700 pesos y antes lo hacía a 1.800 está peor. Se sabe que miente cuando dice eso. Alguien del sector agropecuario tampoco puede decir que con el actual tipo de cambio no logró mayor competitividad y apertura de nuevos mercados”, fustigó.
El funcionario remarcó que se estableció “un nivel donde el tipo de cambio adquirió un nivel de convergencia razonable para la política económica” y exhortó: “Los exportadores (de granos) tienen que liquidar”.
Capitanich se quejó porque “aquellos que pueden beneficiarse por las políticas económicas de estímulo a las exportaciones, la producción y el empleo no tienen la fortaleza ya no la valentía de defender el interés propio”. “En este contexto, los únicos que defendemos a los consumidores y a los trabajadores somos nosotros”, enfatizó, y reprochó que “el gobierno está solo en esta pelea”.
“No observo ningún actor político de la oposición que defienda nuestra posición con respecto al cuidado del bolsillo de los consumidores y de los trabajadores. Segundo: no percibo de parte de los trabajadores organizados apoyo hacia el gobierno para cuidar los precios”, añadió.
Y, apuntó: “No observo que los empresarios nacionales, que han acumulado riqueza en los últimos años, y los mismos trabajadores, que han sido beneficiados sustancialmente por este modelo, defiendan, como deben, ciertas medidas”.
Capitanich justificó la devaluación, pese a que el gobierno había negado en varias oportunidades recurrir a ese medida, al argumentar que “en un sistema internacional no se puede mantener una actitud rígida”.
Consultado sobre el impacto de la devaluación en el nivel de empleo y el poder adquisitivo del salario, garantizó que el gobierno va “a hacer el máximo esfuerzo para que no ocurra”. “No necesariamente tiene que impactar en el salario, en tanto y en cuanto están las paritarias. Y, además, la estrategia del acuerdo y monitoreo de precios por parte del Estado tiene que dar sus frutos”, subrayó.