La mujer de 33 años llevaba casi dos meses en estado vegetativo; su marido demandó al centro médico para que dejaran de mantenerla con vida.
El hospital John Peter Smith de Fort Worth, en Texas, desconectó hoy a Marlise Muñoz, una embarazada de 33 años con muerte cerebral, del respirador artificial que la mantenía con vida, tras una resolución judicial que dio la razón a la familia en el litigio abierto con el centro.
El hospital anunció hoy que acataría la orden judicial y los abogados de la familia, en nombre del marido de Muñoz, Erick, informaron que el cuerpo fue desconectado del respirador a las 11.30 hora local (14.30 de la Argentina) y que finalmente "descansa en paz".
"El cuerpo de Marlise Muñoz fue desconectado del «soporte (artificial) de vida» (...) Las familias Muñoz (la política) y Machado (de sangre) procederán ahora con la seria tarea para que Marlise descanse en paz y llorar por la pérdida que han sufrido", explicaron sus abogados en un comunicado.
La familia defendió desde el primero momento que Marlise, embarazada con muerte cerebral, fuera desconectada tanto por su opinión favorable como por la que Marlise, profesional de la sanidad, hizo explícita en conversaciones sobre el tema en vida.
En medio de esa cruzada, Erick Muñoz demandó al hospital al considerar que sometía a su mujer "a la mutilación cruel y obscena de un cuerpo muerto en contra de la voluntad expresa de la difunta y su familia".
El juez dio la razón a la familia el pasado viernes y ayer el hospital debatió si acataba o no la sentencia, al mencionar que la ley estatal ordena a los hospitales mantengan el tratamiento de soporte a las embarazadas.
El hospital informó que Muñoz presentaba muerte cerebral desde el 28 de noviembre pasado y que el embarazo no era viable. Finalmente hoy el centro anunció que la desconectaría.
Erick Muñoz encontró a su mujer inconsciente en su casa, el 26 de noviembre, tras lo cual fue internada. En ese momento, Marlise, que ya tenía un hijo, llevaba un embarazo de 14 semanas.(Fuente:Agencia EFE)