El pontífice aseguró que las nuevas tecnologías "pueden ofrecer mayores posibilidades de encuentro y solidaridad" aunque advirtió de algunos peligros a los que puede llevar, como la exclusión.
Jorge Bergoglio tenía el menor contacto posible con la tecnología en su época de arzobispo porteño. Sin embargo, el Papa -que desde que es jefe máximo de la Iglesia, envía significativos mensajes por Twitter- reveló que considera a Internet como un "don de Dios".
"No tengan miedo de hacerse ciudadanos del mundo digital", instó el papa Francisco a la Iglesia y agregó incluso que Internet "es un don de Dios", en su mensaje para la Jornada de las Comunicaciones Sociales, aunque advirtió de algunos peligros a los que pueden conllevar, como la "exclusión" y "la manipulación".
El mensaje de este año, difundido hoy por el Vaticano, lleva el título de "Comunicación al Servicio de una Auténtica Cultura del Encuentro" y significa una bendición de Francisco a las nuevas tecnologías de la comunicación.
"Internet puede ofrecer mayores posibilidades de encuentro y de solidaridad entre todos; y esto es algo bueno, es un don de Dios", dijo.
Francisco comenzó su mensaje recordando que a pesar de que este mundo se está haciendo cada vez más "pequeño" gracias a los transportes y a las nuevas tecnologías de la comunicación, "en la humanidad aún quedan divisiones, a veces muy marcadas" como "la escandalosa distancia entre el lujo de los más ricos y la miseria de los más pobres".
Ante ello, Francisco destacó cómo los medios de comunicación pueden ayudar a percibir "un renovado sentido de unidad de la familia humana que nos impulse a la solidaridad y al compromiso serio por una vida más digna para todos".
Los medios de comunicación, subrayó el Papa, "pueden ayudarnos en esta tarea, especialmente hoy, cuando las redes de la comunicación humana han alcanzado niveles de desarrollo inauditos" y citó el ejemplo de Internet, que da "mayores posibilidades de encuentro y de solidaridad entre todos".
LOS RIESGOS
Por otro lado, el pontífice argentino destacó que existen "aspectos problemáticos" de esta era de las nuevas comunicaciones como "la velocidad con la que se suceden las informaciones, que supera nuestra capacidad de reflexión y de juicio, y no permite una expresión mesurada y correcta de uno mismo".
El pontífice advirtió del riesgo "de encerrarse en una esfera hecha de informaciones que sólo correspondan a nuestras expectativas e ideas, o incluso a determinados intereses políticos y económicos".
Otro de los aspectos negativos -agregó- es que estas nuevas tecnologías digitales "pueden terminar por aislarnos de nuestro prójimo, de las personas que tenemos al lado", además de que lleva a la "exclusión" de todos aquellos que no pueden acceder a los nuevos medios de comunicación social.
El Santo Padre también rechazó aquella comunicación que tiene como "objetivo preponderante inducir al consumo o a la manipulación de las persona" y la que nos condiciona "hasta el punto de hacernos ignorar a nuestro prójimo real".
A pesar de estos límites, el Papa recalcó que éstos "no justifican un rechazo de los medios de comunicación social".
CONSEJOS
En su discurso, Francisco incluso dio algunos consejos para que la comunicación sirva como encuentro y no para excluir. "Recuperar un cierto sentido de lentitud y de calma. Esto requiere tiempo y capacidad de guardar silencio para escuchar. Necesitamos ser pacientes si queremos entender a quien es distinto de nosotros", dijo.
El Papa dijo además que "la neutralidad de los medios de comunicación es aparente" ya que "sólo quien comunica poniéndose en juego a sí mismo puede representar un punto de referencia". En ese sentido, elogió que "el compromiso personal es la raíz misma de la fiabilidad de un comunicador".
"Precisamente por eso el testimonio cristiano, gracias a la red, puede alcanzar las periferias existenciales", añadió.
Para concluir, el Papa sugirió que "abrir las puertas de las iglesias significa abrirlas asimismo en el mundo digital, tanto para que la gente entre, en cualquier condición de vida en la que se encuentre, como para que el Evangelio pueda cruzar el umbral del templo y salir al encuentro de todos".