Juan Ignacio Suris y otros nueve acusados permanecen detenidos. Roles, contactos y negocios sucios.
La causa que tiene como principal acusado a Juan Ignacio Suris, el empresario bahiense vinculado a Leonardo Fariña, sigue sumando fojas con pruebas que acreditarían quiénes formaban parte de una organización multifunción de negocios sucios, que entre otras cosas comercializaba cocaína y fabricaba dólares.
Hasta el momento fueron apresados doce presuntos integrantes: diez –incluido Suris– permanecen detenidos, uno de ellos fue liberado y otro está bajo arresto domiciliario. Según los investigadores sólo restaría detener a la mano derecha del empresario: Gustavo Sequeira, el único prófugo que tiene la causa.
En la supuesta estructura piramidal que confeccionaron los investigadores, Suris figura como cabecilla. Sequeira sería quien, en autos de alta gama, transportaba la droga líquida o en polvo desde Buenos Aires hasta Bahía Blanca. Junto a ellos se destacan dos hombres: sus socios, Carlos “El Chino” Alberti y Juan Romero Miranda, ambos detenidos. Miranda es una de las personas que más conocimiento tenía de la estructura. Los investigadores sospechan que no sólo regenteaba una “casa de citas” con la cual Suris estaría vinculado, sino que presuntamente vendía droga en el mismo lugar. Allí la Policía realizó un allanamiento donde fue demorado otro presunto integrante: Nicolás Dirroco.
Alberti es la tercera persona en importancia. Sería el encargado de organizar las fiestas en la casaquinta que cuidaba Sandro Miranda –también detenido–, donde supuestamente se vendía droga.
Guillermo Suris, hermano del principal sospechoso, sería uno de los encargados de distribuir la cocaína. Los detectives sostienen que el acusado tiene pleno conocimiento de los manejos de la banda aunque “no tendría las mismas responsabilidades” que su hermano. “Está complicado por la venta de facturas truchas”, asegura a PERFIL una fuente vinculada a la causa.
El único de los acusados que recuperó su libertad es el cuñado de Suris, Mariano Wagner, quien se declaró inocente y dijo ser “cadete” de la empresa familiar.
Fernando “el Ruso” Bond también está en una situación mejor que el resto: fue beneficiado con prisión domiciliaria. Bond es otro hombre de confianza de Suris. Y quien sería el encargado de vender la droga en la localidad de Darregueira. Muchos creen que los viajes a la zona los hacía Ezequiel Ferrari, el último detenido.
En la banda también figuran dos mujeres. Yohanna Giménez, la esposa del Chino Alberti, es una. Sería la encargada de un kiosco de droga. Su hermana, Tamara Giménez, está sospechada de vender, pero también de almacenar parte de la droga.
Le decían “el Fort de Bahía”
Juan Suris no pudo justificar sus ingresos por 14 millones de pesos, entre 2008 y 2011. “Ese dinero podría ser por narcotráfico o alguna otra actividad ilícita”, entiende el fiscal general Alejandro Cantaro.
El novio de Mónica Farro tendría muchos bienes a nombre de terceros: familiares, amigos y hasta empresas que no existen.
Sus coches suelen llamar la atención. En Bahía Blanca se mueve con una camioneta Audi negra Q6 y otro auto Mercedes Benz. La frutilla de todo esto es la Hummer negra con la que mucho tiempo se movilizó Suris en Bahía Blanca y por la cual se ganó el mote de “el Fort de Bahía”.