El actor confesó su mirada sobre las famosas internas en la tira de Pol-Ka que dio mucho qué hablar.
Farsantes fue una de las tiras más exitosas de 2013, pero junto con eso, tuvo grandes escándalos entre los protagonistas del elenco.
Primero se habló de algunos 'chipazos' pero luego ya de 'bandos' entre los que estaban Julio Chávez y Griselda Siciliano por un lado y Facundo Arana, Benjamín Vicuña y Alfredo Caseropor otro.
Eso produjo dos salidas inesperadas: la de Vicuña y la de Arana, quien este último reconoció que se debía por su relación con Chávez: "Sí es verdad, Facundo vino y me dijo: '¿A vos te claro claro que yo me voy por vos, no?'. Yo me quedé duro. Después pensé: 'Pobrecito, tantos meses trabajando tan incómodo'", dijo el actor y director a Clarín.
"Yo escuché que había comentarios de dificultades y no entendía a qué se referían. Parece ser que no los vi, o puede ser que nadie me encaró. Nunca nadie me vino a hablar de eso.Después me enteré que, obviamente, no se me quería", agregó.
Lo cierto es que Julio consideró que hizo cerca de mil novecientas escenas con sus compañeros y salieron bien.
"Yo trabajo mucho y entiendo que el espacio de trabajo de por sí es un ámbito con posibles tensiones, en el que cada uno intenta articular los puntos de vista y eso no siempre se logra amigablemente o con una sonrisa. A veces eso produce nervio, rispidez lógica y necesaria. Me gustaría ver a cinco pintores pintando el mismo cuadro", explicó.
Y retrucó que quizás el malestar se deba a que nadie pensó que iba a poder adaptarse tan rápido a una tira diaria y hasta despertar erotismo en el público con sus escenas de amor con Benjamín Vicuña...
"Tal vez se creyó que iba a tener que doblegarme. Soy un hombre grande, pelado, que de golpe despierta erotismo. '¿Qué, hace una tira y despierta erotismo? ¿Qué, no le bastaba con el prestigio? ¿Por qué no se queda en el molde?'. Tal vez, insisto, con el tal vez, son cosas que alguien pueda haberse preguntado".
Por último, encaró otro de los rumores que salieron del núcleo de Pol-Ka: "Escuché que se me acusaba de imponer mi punto de vista. ¿Imponer? No, intento articular... y si no ¿cuál es mi trabajo? Lo único que me pregunto es si esto de hacer público un clima laboral nos hace bien", concluyó.