La Anses salió a vender bonos para bajar la cotización que se le había escapado a casi $9,90 durante la rueda. Sigue siendo un mercado chico y no apto para el inversor minorista. Se requiere un capital mínimo de $80.000 para operarlo y se pagan comisiones del 2%
El Gobierno, a través de la Anses, trató este lunes de bajar la cotización del denominado "dólar bolsa" o MEP (Medio Electrónico de Pago). El organismo previsional salió fuerte a vender Bonar 17 y Boden 15 que tiene en cartera para disipar la disparada de la cotización.
El "dólar bolsa" llegó a estar durante la rueda en $9,90, unos 35 centavos arriba del viernes pasado. Pero el Gobierno salió a intervenir para cerrar la disparada. Así, el dólar MEP con el Boden 15 quedó en $9,64 y para el Bonar 17 en $9,36. Siempre hay diferencia entre ambos, pero el Boden 15 es el más operado y, por ende, el que tiene más volumen.
A todo esto, en algunas sociedades de bolsa se tientan a "ajustar" un poco los costos para que los clientes operen este dólar MEP. Por ejemplo, si la idea del Gobierno es que este dólar compita con el blue, el plan será un rotundo fracaso. Esto, por la sencilla razón de que no está pensado para la persona común, sino para un inversor financiero.
Las diferencias entre el mercado libre del dólar y este "dólar bolsa" son abismales. Se puede operar a partir de los $80.000 en el MEP, y se paga una comisión para transar los bonos con lo que se hará la transacción.
El inversor paga una comisión del 1% para comprar el título y otro 1% para venderlo, con el fin de que el producido de esa operación (o sea los dólares) queden en una caja de ahorro en en esa moneda para luego ser retirado por el cliente.
Esto hace que, de entrada, quien opera en el MEP tenga los requisitos patrimoniales (no menos de $80.000), pagar un comisión total del 2% y abrir una caja de ahorro en dólares que, si uno ya es cliente, del banco puede ser sin costo.
Por todo eso, que el Gobierno quiera que un mercado como el "dólar bolsa" compita con el blue demuestra no sólo desconocimiento en lo financiero, sino además la intención de beneficiar –en realidad a inversores más avezados.
No ingresan a hacer esa operatoria las personas que necesitan comprar 2.000 dólares para irse de vacaciones, o quienes ahorran 100 o 200 dólares por mes para cubrirse de la galopante inflación y la pérdida de poder de compra de la devaluada moneda local.