El año nuevo para los mercados agrícolas comenzó mayormente con bajas en los precios de Chicago que contagiaron al mercado local, especialmente para la soja.

Desde el 2 de enero, los futuros de la oleaginosa disminuyeron en promedio un dos por ciento en el mercado externo por factores locales. Las lluvias en las regiones productoras de Argentina y Brasil de los primeros días del año fueron el factor detonante de las bajas más fuertes de hasta nueve dólares el primer día del año, que luego continuaron en las jornadas siguientes.

El sostén sólo se encontró en algunas posiciones futuras por parte de la demanda, en la que China sigue realizando compras estadounidenses y buscando algunos negocios sudamericanos.

Lo que sucede en el hemisferio sur es el factor preponderante en el mercado mundial que espera la producción de soja y maíz para cerrar el ciclo 2013/14 que necesita una buena oferta de la oleaginosa para mantener un balance global estable frente a lo ajustado de los números estadounidenses.

Los datos del Usda se proyectan con cambios para el informe de enero, que se conocerá el viernes durante la rueda de operaciones. En el mercado se pronostican aumentos en las cosechas 2013 de maíz y de soja de Estados Unidos a partir de mayores rindes obtenidos y ajustes, como consecuencia, en 
los stocks finales de la campaña.

Es también importante la proyección que se realice para la cosecha gruesa de Argentina y Brasil. Para el maíz en promedio de estima una producción de 25 millones de toneladas para nuestro país y 70 millones para nuestro vecino, mientras que para la soja los guarismos son 55 millones y 89 millones respectivamente.En el caso de la oleaginosa las cifras esperadas son mayores al reporte anterior pero aún con incertidumbre sobre los números por el riesgo climático. El clima es el factor de seguimiento. Por las lluvias los precios bajaron pero por la falta de ellas o su escasez los precios pueden volver a subir.

Los pronósticos señalan nuevas precipitaciones para fines de esta semana con poca cobertura en la región núcleo productora, más al norte del país, y baja intensidad, mientras que para la próxima semana hay lluvias dispersas. Sin embargo, las temperaturas siguen siendo altas para absorber rápidamente el agua.

De no cambiar el clima algunos cultivos serán afectados como lo fueron el año pasado y la cifra de producción menor a las estimaciones actuales.

Mientras tanto, los precios de la oleaginosa toman los 55 millones de toneladas como cosecha esperada y las lluvias pasadas presionaron los futuros a mayo hasta los 292 dólares.

Estos precios desalientan al productor a vender cuando h ace tan solo dos semanas estábamos en el orden de los 300 dólares. ¿Puede volver? Esta es la pregunta que nos hacemos todos que, de ser así, habría que aumentar la coberturas de precios por la oportunidad que se puede generar antes de la cosecha.

Con los números de producción de soja más certeros, los valores van a estar más presionados, ya que resta volumen sin vender la presenta campaña, el trigo será retenido y el maíz espera mejores valores a partir de una cosecha más tardía y una demanda más activa.