Mientras continúa el debate sobre la conveniencia de abrir las importaciones para salvaguardar la canasta de "precios cuidados", desde la Cámara de Importadores (CIRA) destacaron la estrategia que adoptaría el Gobierno para contener la inflación - y que hizo explotar la polémica en torno al tomate-, y advirtieron por el incremento de las demoras en la aprobación de las declaraciones juradas para ingresar mercadería.

"No se usó a la importación para la lucha anti inflacionaria", señaló hoy el gerente de la entidad, Miguel Ponce. En diálogo con InfobaeTV, el ejecutivo recordó que la presidenteCristina Kircher vio la posibilidad de utilizar esa política el año pasado. Sin embargo, luego la abandonó. "Creíamos que se iba en una buena dirección", se lamentó.

Por el contrario, el referente de la CIRA indicó que durante la gestión del ex secretario deComercio Interior, Guillermo Moreno, "se recrudecieron las dificultades para aprobar las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importaciones" (DJAI). Y protestó por los privilegios que tienen los grandes actores de la economía al respecto, en detrimento de los más pequeños.

"Menos de 100 empresas están trayendo arriba del 85% de lo que se importa. Esos sectores jamás han tenido problemas con las DJAI. Son los de la Energía y Minería, las terminales automotrices, la armaduría de Tierra del Fuego, los grandes laboratorios y el club de los 'grandes' grupos empresarios", explicó.

Además, Ponce subrayó el aumento sensible en las demoras de las DJAI, y que producen hoy una "distorsión en el sistema". "Cuando se va Moreno en 2013 había 5600 pendientes, casi 6000 por día. Costa (el actual secretario de Comercio Interior) está recibiendo entre 16 y 17 mil", precisó.

El referente de la CIRA se mostró en desacuerdo con la política adoptada en Comercio Exterior, al afirmar que "hay exportaciones que no se han podido cumplimentar porque no llegaron los insumos y bienes de capital".

"Por no autorizar centavos, nos estamos impidiendo la posibilidad de aumentar grandemente nuestras exportaciones", protestó durante la entrevista con el periodista Paulino Rodrigues. Y denunció que por las trabas a las importaciones hay falta de insumos para estudios clínicos, laboratorios, y la industria de la Alimentación.

Por último, rechazó la polémica instalada por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien afirmó la posibilidad de abrir la importación de tomate ante las distorsiones estacionales que sufre el producto, y que podría afectar su precio y disponibilidad. "No es imprescindible", definió.

Y concluyó: "Lo importante sería que esta velocidad de reacción que han tenido ante la posibilidad de faltante de tomates se aplique a todo. No hay proporción entre salir a solucionar la demanda de tomates y no querer traer un reactivo que se utilizan para los cócteles de los que padecen VIH".

Fuente:Infobae.com