Especialistas en temas eclesiásticos analizaron la incidencia que Bergoglio podría tener para la situación del país y del mundo.
"De esta mesa sale que habrá acción, pero que no tenemos que verla como espectadores, desde una butaca, sino ser protagonistas", dijo Carlos Reymundo Roberts, prosecretario general de Redacción de la nacion, al cerrar el panel en el que tres colaboradores cercanos del ex arzobispo de Buenos Aires dialogaron sobre "La Argentina bajo la influencia del papa Francisco".
Compartieron el diálogo el padre Jorge Oesterheld, vocero del Episcopado argentino durante los ocho años en los que lo presidió el cardenal Jorge Bergoglio; el periodista José Ignacio López, especializado en información religiosa, y el padre José María "Pepe" Di Paola, primer vicario episcopal para las villas de emergencia porteñas.
"Creo que estamos viviendo el momento más importante de la historia de nuestro país, con perdón de San Martín, de Belgrano y de quien sea. A partir de acá vamos a tener que fundar otra cosa", afirmó Oesterheld.
Para López, que fue vocero del presidente Raúl Alfonsín y hoy dirige la revista católica Vida Nueva, el pontificado de Francisco puede favorecer cambios políticos en el país. "Así como los cambios en la Iglesia ya se pueden estar viendo, y serán mayores y no terminarán con él, creo que eso mismo ocurrirá entre nosotros. Quizá no en la próxima elección, pero me resisto a creer que no hayamos tenido suficiente como para que los dirigentes que ya tenemos mucho tiempo no podamos dar un paso al costado y dejar pasar a los que están emergiendo con concepciones distintas", planteó el periodista. Di Paola anticipó: "Es para nosotros un momento espiritual fuerte que no tenemos que desaprovechar. El papa Francisco tendrá una implicancia muy grande en todo sentido, en la vida social y política y, por supuesto, en la vida de nuestra Iglesia".
Y sugirió: "Los políticos deberían aprender del movimiento interreligioso que se vive acá, porque un rabino, un cura y un pastor se juntan en cualquier barrio. Qué importante es que este ejemplo, que se va tejiendo entre las religiones en nuestro suelo, sirva para que podamos entendernos entre todos los argentinos".
"La influencia del papa Francisco en nuestro país dependerá de la capacidad que tengamos de imitarlo, además de asombrarnos y aplaudirlo, porque el país no está esperando gestos de aproximación, de mano tendida, de escucha o de respeto de un papa, sino que está esperando esos mismos gestos de todos nosotros", sumó Oesterheld.
Los tres panelistas coincidieron en que el estilo de vida del Papa es el mismo que mantenía en Buenos Aires y que los gestos que hace son deliberadamente elocuentes. Oesterheld recordó que el cardenal Bergoglio "siempre estaba preocupado de que las cosas se dijeran de tal manera que las entendiera todo el mundo".
Di Paola dijo que, mientras fue arzobispo de Buenos Aires, Bergoglio mostró "a los porteños que lo importante no estaba en el centro del poder, en Plaza de Mayo, sino en la periferia: Lugano, Retiro, Barracas". Y recordó: "Invitaba a ir a la periferia, compartir y ayudar, pero también aprender de la riqueza espiritual que tiene el pobre por sentirse más cerca de Dios".
López coincidió sobre la trascendencia de la elección de un papa argentino. Y advirtió: "Hay que ponerla en su contexto para no caer en un ombliguismo o provincialismo y buscar especulaciones sin sentido, como creer que al Papa se lo eligió por alguna operación para ser realizada en la Argentina".
Para el periodista, la actitud de Benedicto XVI "comenzó a construir la bisagra entre un modo de ser Iglesia y otro que está comenzando a construirse". Y se preguntó: "¿Cómo no va a influir en la Argentina si está influyendo en el mundo y en la Iglesia de todo el mundo?".
Converso, la historia de la voz del relato kirchnerista
"El 2 de febrero de 2010, cuando Néstor Kirchner lo llamó, Víctor Hugo Morales se convirtió. Fuimos muchos los que ese día escuchamos el testimonio al aire. Este es un libro que refleja esta época, es una biografía no convencional, escrita desde una rabiosa actualidad", contó Pablo Sirvén ayer, durante la presentación en la Feria del Libro de Converso, una biografía del relator más polémico de la Argentina, que desde ese día asumió la voz del relato kirchnerista.
"Lo que más me interesa es ver y contar cómo cambió Víctor Hugo desde entonces", agregó. En la presentación ante unas 200 personas, Sirvén estuvo acompañado por los periodista Luis Majul y Jorge Fernández Díaz. "Contra cada argumento que da Pablo Sirvén, Víctor Hugo responde con un insulto", dijo Majul, dueño de Margen Izquierdo, que junto al Grupo Planeta editó el texto.