Aunque muchas no se concretaron, las ideas que circularon en los últimos días traen recuerdos: el traslado de la capital a Viedma, el congelamiento de precios, los pollos de Mazzorín y los cortes de luz preventivos
TRASLADO DE LA CAPITAL
De sur a norte. El primero en sorprender con el traslado de la Capital a la Patagonia fue Ricardo Alfonsín: el 16 de abril de 1986 el entonces presidente propuso que Viedma, en Río Negro, sea la nueva sede de gobierno para "descentralizar el poder y fomentar el poblamiento de la Patagonia". Los problemas económicos y la falta de consenso hicieron fracasar el proyecto impulsado por el radicalismo.
Casi 28 años después, Julián Dominguez, presidente de la Cámara de Diputados, sorprendió esta mañana con una propuesta similar , aunque en la otra punta del país. "Hay que volver a repensar la Argentina, repensar en el norte grande, repensar si la capital política argentina debe estar en esta ciudad o en el norte argentino", aseguró.
PRECIOS CONGELADOS
Del Plan Austral a Guillermo Moreno. En junio de 1985, el ministro de Economía Juan Vital Sourrouille anunció, en el marco del Plan Austral, el congelamiento de los precios, los salarios y los servicios públicos. Se publicaban listas con precios máximos de los productos. Nueve meses después de lanzado el plan, el Gobierno decidió abandonar el congelamiento.
Este plan, utilizado en reiteradas ocasiones de la historia argentina, también es implementado por el kirchnerismo. Fue la bandera de su estandarte en temas de precios: el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, que dejó su cargo a fines de 2013. En los primeros días de este año, el Gobierno l anzó un nuevo acuerdo de precios, el tercero en la gestión de Cristina Kirchner, que incluye 100 tipos de productos y 194 precios.
IMPORTACIÓN DE ALIMENTOS
Esta mañana se conoció que el Gobierno importará tomates de Brasil para "precios cuidados" y abastecimiento, debido a la suba estacional del producto. El tomate es uno de los alimentos que registró más subas de los últimos años.
Durante la presidencia de Alfonsín, el producto que había llegado a precios por las nubes había sido el pollo. El por entonces secretario de Comercio Interior Ricardo Mazzorín, para bajar el precio al que se comercializaba el producto, importó quinientas toneladas de pollos de Hungría, que fueron depositados en los frigoríficos La Plata y Platense.
Los ""pollos de Mazzorín" quedaron en el recuerdo porque la firma Frigorífico Avícola había comprado toda la partida, para comercializarla, pero sólo llegó a recibir 167 toneladas: El Senasa declaró que el resto no estaban aptos para el consumo, por su vencimiento
CORTES DE LUZ PREVENTIVOS
En 1989, la Secretaría de Energía decidió realizar interrupciones rotativas del servicio de electricidad a raíz del déficit de generación de tensión producido por el bajo caudal de los ríos Limay y Uruguay, así como por dificultades en las plantas nucleares de Atucha y Embalse. Las zonas afectadas fueron la Capital y el Gran Buenos Aires, con cortes de cinco horas por turno, en distintos días y zonas, por lo que la gente debió restringir el consumo durante casi un año.
Los cortes de energía programados encerraron una polémica durante los últimos días de 13. En una de sus habituales conferencias de prensa matutinas, Jorge Capitanich admitió que era una idea que estudiaba el Gobierno. "Podría ser una alternativa", aseguró el jefe de Gabinete desde la Casa Rosada. Algunas horas más tarde, el ministro de Planificación, Julio de Vido, desmintió que el Ejecutivo evaluara esta posibilidad y la negó rotundamente.