No sólo comprar un cero kilómetro de alta gama será mucho más caro a partir de ésta semana, sino que también aumentarán fuertemente los costos de uso y mantenimiento, que estarán bastante por encima de la inflación promedio calculada para el mercado en general.

El impacto en los costos operativos vendrá desde todos los frentes, pero especialmente por el aumento de combustibles, patentes y seguros. Estos dos últimos, retroalimentados por el propio incremento en el valor del auto a raíz del aumento en las alícuotas del impuesto a los bienes suntuosos.

Si bien las modificaciones fueron promulgadas por el Ejecutivo el último día de 2013, hasta ayer no se reflejaban en el listado oficial de precios de la Asociación de Concesionarios Automotores (Acara), pero en el sector se descuenta que los nuevos precios comenzarán a regir desde los primeros días de esta semana.

La única marca que ayer comunicó oficialmente los cambios fue Peugeot, con modelos como el 508 GT o el deportivo RCZ, que se vieron fuertemente afectados con subas de más del 50% en el precio final: el primero aumentó su precio en $ 240 mil (pasó de $ 390 mil a $ 630 mil), y el segundo en $ 226 mil (de $ 330 mil a $ 556 mil).

Los compradores deberán tener en cuenta que el volumen de gastos mensuales será mucho más elevado que antes, ya que ítems como patentes y seguro se calculan sobre la base del valor fiscal del bien. Es decir que tendrán aumentos proporcionales, independientemente de las subas por inflación.

En el caso de la Ciudad de Buenos Aires, se sumó el incremento en la alícuota de patentes para autos de más de $ 150 mil que aprobó la Legislatura porteña en diciembre de 2012 y que comenzó a regir recién ahora, con escalas que van de 4% a 5% según el valor del auto. Por ejemplo, el dueño de una coupé BMW 335 año 2008 que en 2013 pagó seis cuotas de $ 1.685, pagará en 2014 cuotas de $ 2.116. El gasto anual del seguro contra terceros de ese auto fue de $ 12.500, mientras que en nafta (premium) gastó un promedio de $ 1.500 por mes.El valor actual de ese modelo (usado) es de alrededor de US$ 55 mil, mientras que el “0 km” cuesta desde US$ 87.500. Los nuevos valores serán por lo menos 50% más altos. Es decir que quien se anime a pagar los US$ 130 mil que costaría ese auto, deberá sumar gastos anuales por lo menos 50% más caros en cuanto a patentes, y valores por lo menos 20% mayores en seguro y combustibles.

Para el caso de autos de gama media, el panorama es similar. El dueño de un Renault Fluence año 2011 contó que en 2013 tuvo un gasto global desglosado así: $ 3.500 de patentes, $ 5.500 de seguro contra todo riesgo y $ 10 mil de combustible. Si bien todavía no recibió las boletas del impuesto de patentes, calcula que el importe de ese ítem en 2014 será de $ 6 mil (4% sobre un valor de $ 150 mil).
El último aumento de 10% en el precio de las naftas, que llevaría las subas a más de 20% en un año, elevará el gasto en ese ítem a $ 12 mil al año. Lo mismo vale para el precio de los seguros. Significa que para mantener en funcionamiento el Fluence, el dueño deberá destinar alrededor de $ 25 mil. Si además se tienen en cuenta otros gastos de mantenimiento como lubricantes, repuestos y cocheras, o eventuales multas, el gasto anual es poco menos que abrumador.

Las únicas beneficiadas son las pick ups, que al ser consideradas vehículos de trabajo están exentas del impuesto a bienes suntuosos. Rodrigo, un forista del portal especializado Autoblog.com.ar, contaba que compró una Ford Ranger “0 km” (tiene un precio de lista que parte desde $ 241 mil) y pagó apenas $ 700 de patente y $ 1.160 de seguro. Otro forista, dueño de una coupé Maserati modelo 2006 valuada en unos US$ 133 mil, relataba que el costo anual de patente pasó de $ 22 mil en 2013 a poco más de $ 42 mil para este año.


Redacción Perfil.com