La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria brasilera (Anvisa) apoyó el reemplazo de los actuales paquetes de cigarrillos por envases genéricos, que no se distingan de marca a marca. La iniciativa busca desalentar el consumo de tabaco.
La iniciativa aún no llegó al Congreso de Brasil, ya que por el momento ningún legislador ha presentado el proyecto de ley pertinente y también se debería realizar una consulta pública para conocer la postura de la población sobre la medida, según explicaron desde Anvisa al diario El País de España.
Así, de convertirse en ley la iniciativa, el país vecino –el mayor exportador de tabaco a nivel mundial desde 1993– seguiría los pasos de Australia, que implementó esta medida a fines de 2012. Allí, todas las cajas de cigarrillos son todas idénticas, sin logos que identifiquen las marcas, escritas con la misma tipografía pequeña y poco llamativa sobre un fondo amarronado.
La gran mayoría del empaque está cubierto con imágenes de advertencias sobre los riesgos de fumar, similares a las que se pueden ver en las cajas argentinas. El objetivo está a la vista: hacer a los cigarrillos poco atractivos para desalentar el consumo e impedir que los más jóvenes comiencen a fumar.
La medida recibió fuerte oposición por parte de las tabacaleras, que de esa forma no solo perdían clientes, sino que también se disolvía su imagen de marca.
En tanto, esta sería una nueva instancia en la guerra que Brasil viene librando contra el tabaco. En 2011, la presidente Dilma Rousseff promulgó una ley federal que prohíbe fumar en lugares cerrados de acceso público.
Asimismo, en diciembre del año pasado sancionó una norma que impide la fabricación, comercialización, distribución y publicidad de productos orientados a niños y jóvenes que imiten la forma de los cigarrillos, tanto nacionales como importados. De cara al Mundial de fútbol 2014, el país prohibió fumar en los estadios donde se desarrollarán los encuentros.
Una suba en los impuestos a los cigarrillos también podría apuntar en ese sentido. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el consumo de tabaco cae entre 3% y 5% por cada 10% que aumenta el costo de los paquetes.
Sin embargo, esta medida no alcanzaría a la totalidad del mercado en Brasil, ya que se estima que alrededor del 30% de los cigarrillos comercializados son del mercado ilegal y no pagan los gravámenes correspondientes.