Kristina, la hija de 16 años de una competidora olímpica, corrió la última carrera del biatlón júnior celebrado en Múrmansk, Rusia, en ropa interior. Además, salió en el primer puesto.

"De hecho, esta idea se me ocurrió mucho antes, durante la Espartaquiada. Antes de la primera carrera les dije en broma a mis compañeros de equipo que, si ganaba la prueba, cosa que me parecía imposible, en la siguiente carrera saldría a competir en ropa interior. La palabra suelta no tiene vuelta", dijo la muchacha.
Si bien quería hacerlo durante la carrera de relevos, decidió que no era una buena idea porque si llegasen a descalificarla por comportamiento antideportivo perjudicaría a todo el equipo.

"El público se lo tomó como una broma. Pero después de la carrera escuché también una gran cantidad de comentarios negativos acerca de que mi acción supone una deshonra para el biatlón y una falta de respeto hacia mis rivales", dijo según Russia Today. Sea como sea, se atajó y aseguró que no volverá a hacerlo.