Los fondos que ingresaron están lejos de las expectativas oficiales
En medio de la expectativa del mercado acerca de una eventual extensión de la medida, mañana vencerá la prórroga del plazo para adherirse a la ley de blanqueo de capitales que anunció el Gobierno en julio pasado.
Fuentes oficiales explicaron a LA NACION que todavía no hay una decisión tomada acerca de una eventual prórroga y precisaron que la última palabra la tendrá la presidenta Cristina Kirchner.
La suscripción al blanqueo de capitales abrió el 1° de julio y se fijó el vencimiento original para el 30 de septiembre, aunque la norma dejó en manos exclusivas del Poder Ejecutivo la posibilidad de extender el período de aceptación. El 1° de octubre, mediante la publicación de un decreto del Poder Ejecutivo, se dispuso una prórroga por tres meses, que vence mañana.
Según el decreto de octubre, la prórroga se dispuso por "razones operativas y con la finalidad de permitir que una mayor cantidad de sujetos interesados puedan exteriorizar sus tenencias y acogerse a los beneficios dispuestos en la ley 26.860 [de blanqueo de capitales]".
El Gobierno preveía un ingreso de fondos por US$ 4000 millones -similar a lo logrado con el blanqueo de 2009- mediante los dos títulos se ofrecen para quienes ingresen sus fondos no declarados en el exterior: el Certificado de Depósito para Inversión (Cedin) y el Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico (Baade). Sin embargo, en la primera etapa de suscripción, el interés fue muchísimo menor a la proyección oficial, e ingresaron un poco más de US$ 340 millones.
PRESIÓN A EMPRESARIOS
Tras decidir la prórroga, el ex secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, mantuvo reuniones con diversos sectores empresarios para que compren títulos Baade destinados a inversiones en infraestructura energética.
Los contactos abarcaron a empresarios petroleros, banqueros, exportadores, de telefonía, de minería y terminales automotrices.
En ese contexto, el grupo Bridas, controlada por la familia Bulgheroni, se comprometió a invertir una cifra cercana a US$ 500 millones. Los fondos ingresados al blanqueo desde que se puso en marcha, igualmente, seguirían lejos de la meta oficial ya que, según algunas estimaciones, serían menos de 650 millones de dólares.