La víctima, Ana Castro, de 29 años, fue alcanzada por un proyectil en la puerta de la casa de sus suegros, donde iba a pasar la Navidad
Poco menos de tres horas antes de la Navidad, cuando llegaba a la casa de sus suegros para la cena, el brindis y el festejo, Ana Valeria Castro, de 29 años, murió alcanzada por un proyectil al quedar en medio de un tiroteo entre su marido, Gonzalo Sánchez, de 30, y los dos delincuentes que intentaron robarles la camioneta Ford EcoSport de la que ambos acababan de bajar.
Así lo informaron a LA NACION fuentes policiales. A las 21.20 de la Nochebuena, Ana, su madre y Gonzalo bajaban las cosas de la camioneta, frente a la casa de los padres de Sánchez, donde se realizaría la cena navideña familiar.
La vivienda está en la calle Formosa al 900, en la zona céntrica de Lanús, a ocho cuadras de la municipalidad. El padre de Gonzalo ya había salido a recibirlos. Entonces, un Peugeot 504 negro se detuvo abruptamente y del auto bajaron dos delincuentes armados y muy nerviosos, según los testimonios.
A partir de ese momento, todo fue confuso y vertiginoso. Gonzalo, que ya había saludado a su padre, pudo ver lo que ocurría desde el pasillo de la casa. Salió a la calle con una pistola Glock 9 milímetros, según confiaron los informantes de la Jefatura Departamental de Lanús consultados por LA NACION.
Carlos, un vecino, describió el hecho en un reportaje con el canal de noticias TN: "Los delincuentes dispararon a mansalva, como si no les importara nada. Se bajaron de un auto y como si nada empezaron a disparar, y una bala alcanzó a la chica. El padre y el esposo están destruidos... No sé cuándo se va a terminar esto". A Carlos lo habían asaltado 15 días antes, junto a su hija, en otra entradera. "Me pusieron la pistola en la cabeza. No me mataron porque no quisieron", contó.
Ana no tuvo la misma suerte. Los investigadores del caso no habían establecido, hasta ayer, si los asaltantes ya habían empezado a disparar cuando salió el esposo de la víctima con la Glock o si esa resistencia armada fue la que desencadenó el enfrentamiento. Tampoco estaba claro si la bala que mató a la mujer había sido disparada por los criminales o por su marido.
"Hay que esperar los resultados de la autopsia", dijo un investigador. Estas dudas se disiparán luego de que los peritos extraigan el proyectil del cuerpo de la víctima para cotejarlo con otro proyectil de la pistola Glock de Sánchez.
Cuando Ana Castro cayó, malherida, los ladrones escaparon. Un vecino llamó al 911, pero los familiares de la víctima decidieron no esperar la llegada de la ambulancia; enseguida la llevaron al hospital Evita, donde murió poco después de ingresar.
La Jefatura Departamental de Lanús, en tanto, dispuso un operativo cerrojo en busca de los maleantes. Consultaron en unidades sanitarias de ese distrito y de los que lo limitan, ya que alguno de los delincuentes pudo haber sido herido en el enfrentamiento armado.
Los informantes policiales contaron que en la huida, a las pocas cuadras de la escena del crimen, los delincuentes robaron un Honda Fit a un hombre que iba a una cena de Nochebuena, y abandonaron el 504 negro, que más tarde sería secuestrado por la policía.
Hasta anoche, los investigadores no había encontrado ni a los criminales ni al Honda Fit.
Según consta en su perfil en la red social Facebook, la víctima estudió la carrera de contador público en la Universidad de Buenos Aires (UBA), sede Quilmes. Había cursado el colegio secundario en la escuela República del Líbano.
Siempre según Facebook, en 2003 se había comprometido con su marido, a quien había conocido dos años antes. El 8 de noviembre de 2010 había comenzado a trabajar en la Cervecería Quilmes. Anteriormente había trabajado en la firma de servicios profesionales Pricewaterhouse Coopers.
PROTESTAS
Quince meses atrás, cansados de los homicidios y robos, vecinos de Lanús convocaron a multitudinarias marchas cada semana para exigir a las autoridades municipales y policiales medidas más efectivas contra la inseguridad.
La primera marcha fue convocada después de que el jubilado Juan Bautista González fuera asesinado delante de sus nietos, al intentar defender a uno de sus hijos. Los vecinos volvieron a manifestarse cuando Alicia Dubau fue asesinada cuando llegaba a su casa de la localidad de Remedios de Escalada después de festejar su cumpleaños número 64.
Durante esas multitudinarias manifestaciones de hace 15 meses, los vecinos y comerciantes, indignados, habían bautizado a Lanús como la "capital nacional del delito"..