Estados Unidos y Colombia fortalecieron su ya estrecha relación militar desde 2000 con la puesta en práctica de un programa secreto de la CIA que permitió ayudar a matar a decenas de líderes guerrilleros de las FARC, reveló ayer The Washington Post.

El programa incluía la utilización de bombas inteligentes guiadas por sistemas de GPS, que permitieron, entre otros, el abatimiento de Raúl Reyes en territorio ecuatoriano, hecho que provocó una crisis regional.

De acuerdo con la información publicada por el Post, el programa de la CIA destinado a respaldar la estrategia antiterrorista del gobierno colombiano contó con una importante ayuda de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), que está en el ojo del huracán por sus programas de espionaje masivo filtrados por el analista Edward Snowden.

El programa tenía un "presupuesto multimillonario" y era de carácter secreto, por lo que no formaba parte de las ayudas que Washington otorgó a Bogotá en el marco del denominado Plan Colombia, que arrancó en 2000 y mediante el cual se destinaron unos 9000 millones de dólares, principalmente en ayuda militar.

El programa militar, todavía activo, vio la luz a principios de la década pasada, durante el gobierno de George W. Bush (2001-2009), y fue mantenido por el actual mandatario, Barack Obama, según The Washington Post, que cita 30 fuentes oficiales anónimas tanto colombianas como norteamericanas. El diario recordó que en 2006 Colombia era el tercer receptor de ayuda militar norteamericana, después de Egipto e Israel, pero ese programa secreto dio un salto cualitativo cuando pasó a incluir el dispositivo de GPS para ser utilizado con bombas de 500 libras.

Las revelaciones se producen mientras el gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla mantienen conversaciones de paz en La Habana para tratar de poner punto final al conflicto armado.

Según The Washington Post, en 2006 el entonces presidente Álvaro Uribe, molesto por los pobres resultados del programa, pidió reservadamente a Bush que enviara a Colombia el mismo dispositivo que había utilizado Washington para ejecutar al líder de Al-Qaeda en Irak, Abu Misab al-Zarqawi.

Tras ese encuentro, la CIA explicó la posibilidad de colocar sistemas de guía Paveway sobre bombas de gravedad MK-82, que permite convertir esos explosivos en bombas inteligentes dirigidas por satélite.

A través de esos sofisticados sistemas de localización por satélite similares a los utilizados por Washington en otras partes del mundo como Afganistán, Irak, Somalia y Yemen, los analistas de la CIA ubicaban los campos de guerrilleros de las FARC y transmitían luego la información al ejército colombiano. La primera operación de esas características se llevó a cabo en el oriente de Colombia en septiembre de 2007 contra Tomás Medina Caracas, conocido como "Negro Acacio", y se saldó con la muerte del líder guerrillero.

Las misiones tenían todas la misma estructura: primero el bombardeo de precisión sobre la ubicación seleccionada, después bombardeos generalizados con aviones Embraer A-29 SuperTucanos, a continuación se ametrallaba la zona con AC-47 y finalmente tropas colombianas transportadas en helicópteros Black Hawk recogían los restos, a los heridos y equipos electrónicos.

Hasta 2010, las bombas inteligentes estaban encriptadas para que Colombia tuviese que pedir autorización a Estados Unidos. Desde entonces, Washington entregó a Bogotá control completo sobre los ataques.

La operación estrella, y la más polémica, fue la que se lanzó contra Raúl Reyes, considerado número dos de las FARC, en febrero de 2008, en la frontera entre Colombia y Ecuador.

Los aviones colombianos, guiados por los informes de la CIA y sin salir del espacio aéreo de Colombia, bombardearon el campamento de Reyes, situado al otro lado del río Putumayo, en el lado ecuatoriano, y posteriormente tropas colombianas se llevaron los restos del ataque.

La operación provocó una escalada de tensiones en la región, con el entonces presidente venezolano Hugo Chávez enviando tropas a la frontera y Ecuador haciendo lo propio. Uribe se vio obligado a disculparse por la operación, que tuvo un fuerte impacto en la guerrilla. Ayer fue la primera vez que se detalló la participación activa de la CIA en ese ataque.

De acuerdo con la investigación del Post, el número de operaciones de esas características aumentó desde la llegada a la presidencia de Juan Manuel Santos, en 2010.

Tras la divulgación de la noticia, el ex presidente colombiano Ernesto Samper (1994-1998) señaló que no debe sorprender a nadie, ya que "incluso los mejores aliados de Estados Unidos aparecen intervenidos por los servicios de inteligencia".

Por su parte, el legislador de izquierda Iván Cepeda dijo que es necesario investigar el hecho y que es hora de que el gobierno colombiano explique las intervenciones en materia de seguridad de Estados Unidos en Colombia.

LAS PRINCIPALES VÍCTIMAS

La CIA ayudó a abatir a una veintena de mandos guerrilleros

"Raúl Reyes" / Ex número dos de las FARC
La operación más importante del programa militar secreto se realizó a principios de 2008 cuando el ejército colombiano ejecutó a "Raúl Reyes", entonces número dos de las FARC, en territorio ecuatoriano. Guiados por informes de la CIA, los aviones colombianos bombardearon el campamento de Reyes, situado a pocos metros de la frontera con Colombia

"Negro Acacio" / Jefe del Frente 16
Era el principal enlace de las FARC con las redes internacionales del narcotráfico. EE.UU. había pedido su extradición por ese motivo. Cayó abatido en 2007

"Martín Caballero" / Jefe del Frente 37
Miembro del Estado Mayor de las FARC, "Martín Caballero" murió en octubre de 2007 junto a otros 18 guerrilleros en un ataque de la fuerza aérea colombiana. Fuente: lanación.com