La Ley de Talles en Argentina (Ley 27.521) fue sancionada el 20 de noviembre de 2019 y reglamentada el 9 de junio de 2021.
Su objetivo principal era garantizar la existencia de un sistema único, normalizado y obligatorio de talles para la vestimenta en todo el país, de modo que la oferta de indumentaria se adapte a las medidas reales de la población, promoviendo la inclusión y combatiendo la discriminación por razones de talla.
Hablo en pasado porque este año, desde la organización “AnyBody Argentina” cuestionaron al gobierno de Javier Milei por “frenar” la implementación de la Ley de Talles mientras que los mandatos sociales “continúan afectando la salud y el cumplimiento de los derechos de las personas”.
Recientemente se conocieron los datos del estudio antropométrico en el que participaron más de 13 mil personas y algunos de los aspectos a destacar es que:
-El estudio confirmó la amplia variedad de formas y tamaños corporales, presentes en la población argentina.
-Muchos argentinos no encajan en los talles "promedio" de las tablas previas, que eran generalizadas y basadas en estándares internacionales desactualizados.
-Se detectaron variaciones significativas entre las medidas corporales de distintas regiones del país, lo que refuerza la necesidad de tener un sistema de talles inclusivo que contemple la diversidad cultural y genética de la población.
Ahora bien, tenemos una ley de talles que aún existe como concepto, pero la realidad es que la implementación de la misma no se ha dado.
Sí hay que reconocer que la industria de la indumentaria se ha ampliado gracias a muchos emprendedores, sin embargo no se ha logrado, en estos cinco años, tener una estandarización de tallas que nos permitan comprar con el mismo talle en cualquier lugar y que este concepto de amplitud de talles llegue a las marcas más reconocidas de la moda.
En la contracara del desinterés del gobierno por implementar la ley de talles, la semana pasada se determinó que se sacan los impuestos de compras online a la ropa en el exterior.
Y considero que en esta competencia de libre mercado, nuestra industria textil creo que dimensionará lo mucho que pierde y perderá por no abrir profundamente su mirada a la diversidad corporal.
Que se entienda que no es cipayo mi comentario, creo que cuando uno no encuentra en un lugar lo que necesita, frente a las oportunidades de esta apertura hay que sacar el mayor provecho, porque muchas personas extremadamente flacas, demasiado altas, muy bajas, gordas, podríamos tener la oportunidad de conseguir lo que no nos ha dado la industria nacional de la vestimenta.
Y creo que es trasfondo del problema es que hay una construcción muy arraigada en la que se asocia a la moda y la belleza con corporalidades hegemónicas, por eso las grandes marcas del país no cuentan con tallas grandes o diversas, como si no existiéramos y por ende si no existimos, no no podemos representar.
En una encuesta realizada durante el 2023 sobre la percepción de la diversidad corporal en Río Cuarto, el 91.9% de las personas encuestadas consideró que en Río Cuarto no hay ropa para todos los cuerpos.
En relación a quienes sufrieron discriminación por sus cuerpos, el 50% respondió que a veces, un 46% que nunca y un 4% que siempre.
Felices 5 años a la ley de talles que sólo sumó años de no ejecutarse.