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Si el ocio digital es uno de los pilares de la economía mundial,
los videojuegos ya se consideran un sector clave en el crecimiento de los países y las regiones. Esto es algo que se ha podido constatar en Río Cuarto, convirtiéndose en una fuente de facturación y desarrollo empresarial. Eso sí, con un volumen tan espectacular, la competencia es feroz y resulta clave poder llegar al público más amplio posible. Para ello, es muy importante observar la evolución de las tendencias y adelantarse, en la medida de lo posible, a las decisiones de los consumidores.
Es evidente que los productos más avanzados tecnológicamente tienen un mercado muy amplio. Pero no podemos dejar de lado que no todo el mundo quiere lo último en aspectos técnicos: existe una parte de los usuarios que valoran, por encima de todo, otros elementos, como la creatividad; otros se decantan más por la sencillez. Y sobrevive un grupo, muy significativo, que siente una profunda nostalgia de otros tiempos y demanda juegos clásicos, que le marcaron en anteriores épocas de su vida.
Sí. El público de los videojuegos “vintage” existe. Y es más numeroso de lo que podamos llegar a pensar. De hecho, se trata de un colectivo, en la mayoría de los casos, de mayor edad y que, aunque no posee consolas de videojuegos, utiliza el celular como dispositivo predilecto para su afición al “Gaming”. Este aparato, que tiene una gran responsabilidad en el crecimiento del sector, permite un gran número de descargas gratuitas de productos, lo que aumenta el atractivo de disponer de estos títulos clásicos. En realidad, es un concepto que está muy relacionado con otras variantes, como los
juegos de tragamonedas gratis en línea, que también están en auge en este entorno móvil.
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Una de las ventajas de los videojuegos “Retro” es que son productos de gran sencillez, por lo que su descarga no ocupa demasiado espacio, ni en el dispositivo ni en los servidores de los proveedores de juegos. Por otra parte, son tan populares que muchas webs ofrecen un gran surtido de ellos, siendo fáciles (en la mayoría de los casos) de localizar. Incluso, como es tendencia en la actualidad, ni siquiera es necesario descargarlos; se pueden disfrutar en streaming, tantas veces como el usuario decida.
Los preferidos de los nostálgicos
Lo clásico se ha convertido en un género en sí mismo. Pero, en realidad, sus temáticas son muy variadas. Lo que tienen en común, principalmente, es que pertenecen a otras décadas. En la mayoría de los casos, a finales de los años 80, el periodo de los 90 y principios del 2000. Se trata de productos de una gran simplicidad, pero aportaban horas de diversión, eran muy originales y exprimían, al máximo, la creatividad para aprovechar los recursos técnicos de la época.
Entre ellos, encontramos los populares juegos de plataformas, en los que el objetivo era cubrir un recorrido, saltando sobre los recursos digitales del juego, mientras se esquiva a los enemigos y se consiguen objetos con características especiales. Tal vez, su máximo exponente sea Mario Bros, de Nintendo; y también su contrapartida de Sega, Sonic. Pero no faltan otros ejemplos,
como Prince of Persia, que añadía los emocionantes duelos a espada. No era poca la desesperación de los jugadores cuando no se conseguía un salto a tiempo y el enemigo nos restaba una vida del contador.
Una de las ventajas de estos productos de plataformas, para su adaptación al presente, es que se puede jugar una partida “casual” en algún momento de descanso o en el transporte público. Hasta cierto punto, pasa algo parecido con los “Shooters” clásicos, como Doom o Quake. Se trata de juegos que marcaron una época y abrieron paso a otros que son tan exitosos en la actualidad, como Call of Duty o Counter-Strike. Es evidente que sus gráficos no son como los de los estrenos presentes; pero resultaban fascinantes y despiertan una enorme nostalgia entre los aficionados.
¿Y, qué decir de las aventuras gráficas? Un género que requería de una enrome creatividad para solventar las carencias técnicas de aquellos años. Para los más fanáticos de la memoria, Monkey Island es un auténtico referente. Pero, claro, existen tantos ejemplos y tan variados. Desde las temáticas de los puzles digitales, como Tetris, hasta la lucha de peleadores con habilidades especiales, como Street Fighter II o Mortal Kombat. Y todo ello, en nuestro días, disponible en infinidad de webs. ¿Cómo no iba a ser los nostálgicos un mercado atractivo en nuestros días?