Así lo afirmó el diputado de UNEN Fernando Sánchez, quien hizo la denuncia judicial en base a la investigación.
El diputado de UNEN Fernando Sánchez aseguró hoy que el contrato que el empresario Lázaro Báez mantenía con uno de los hoteles pertenecientes a la familia de la presidenta Cristina Kirchner sería parte de "maniobras de evasión impositiva o maniobras de lavado de dinero o ambas cosas".
Sánchez calificó como "obvios" los allanamientosrealizados ayer por la Justicia en las oficinas porteñas de Austral Construcciones, pertenecientes a Báez, y recordó que en 2008 se hicieron denuncias "por otro tipo de delitos que incluía a estas mismas personas y que incluían a las mismas empresas".
"Austral Construcciones es la empresa central del grupo Lázaro Báez, un grupo que se ha formado y que ha incrementado sus negocios y su patrimonio solamente al calor de los negocios con el Estado nacional y, en una segunda fase, a partir de los contratos privados que tiene con el ex presidente Néstor Kirchner y ahora con la presidenta de la Nación", aseveró el legislador.
En declaraciones a radio Mitre, Sánchez apuntó que "para que una empresa le alquile a la presidenta de la Nación inmuebles tan caros como hoteles en el sur de la Argentina sin que nadie los va a usar, digo o son maniobras de evasión impositiva o maniobras de lavado de dinero o ambas cosas".
Asimismo señaló que en 2003, cuando Néstor Kirchner asumió la presidencia de la Nación, "Lázaro Báez no era una persona rica ni poderosa en el sentido empresarial, era un empleado bancario". En este sentido, el diputado agregó que Báez "crea la empresa Austral Construcciones en el año 2003 y diez años después, diez años de presidencia de Néstor y Cristina Kirchner es una persona rica y poderosa y una de las personas más beneficiadas por la obra pública y de otro tipo de decisiones administrativas del Gobierno nacional".
Para Sánchez, el círculo entre el empresario y la Presidenta se cierra cuando Báez decide "devolverle el favor y ese favor en muchos casos se devuelve contratando o simulando contrataciones de servicios, en este caso servicios hoteleros, únicamente para poder otorgarle enorme sumas en pagos a la presidenta de la Nación".
Las oficinas de Báez fueron allanadas ayer a raíz de una causa por evasión tributaria y lavado de dinero. De acuerdo a la investigación, Báez le pagó casi 3,2 millones de pesos a los Kirchner en concepto de "alquiler" del hotel Alto Calafate, en el marco de acuerdos confidenciales.
Los procedimientos de ayer fueron ordenados por el juez en lo penal tributario Javier López Biscayart, en el marco de una denuncia impulsada por la diputada de la Coalición Cívica Elisa Carrió y el propio Sánchez.