El presidente de Uruguay se mostró orgulloso de permitir la inversión extranjera en el sector. En noviembre pasado, el mandatario habilitó el aumento de producción a la planta de UPM, cuestionada por Argentina.
"El año que viene a la altura de esta fecha, el primer producto de exportación del Uruguay se va a llamar celulosa, me estoy refiriendo al volumen de plata, de dinero, porque va a entrar a funcionar la planta más grande del mundo y va a tener un impacto. Lo hacemos facilitando la presencia de capital extranjero, pero esa suma no la teníamos, ni la tecnología, ni mucho menos inserción para el mercado mundial", explicó el presidente durante su programa de radio.
"Nuestras viejas papeleras, de 40 o 50 años, no podían participar en esa competencia de carácter mundial. No debemos vacilar en hacer alianzas con capitales que nos traen tecnología y nos insertan en otros mercados, porque, de lo contrario, nos quedamos de brazos cruzados, no crece la economía y a Juan Pueblo, que quiere ganar más, no lo atendemos", agregó. "Todo es un círculo vicioso, pero hay que separar bagres de tarariras. No es lo mismo cualquier inversión de afuera, hay que verlo caso a caso", concluyó.
En noviembre pasado, el presidente de Uruguay autorizó el aumento de la producción en la papelera que encendió el conflicto con Argentina. Mujica dio luz verde al incremento de producción debido a que no había ya "margen de negociación" con Argentina por este tema.
La instalación de UPM, la mayor inversión jamás realizada hasta la fecha en el país, desató la mayor crisis bilateral entre ambos países en décadas y sólo se solventó en 2010 tras un fallo de la Corte de la Haya que dictaminó que la papelera no contaminaba pero que Uruguay no había informado debidamente a la Argentina sobre los detalles de la construcción. El fallo ordenó, además, crear una comisión conjunta para vigilar y controlar la contaminación en el entorno de UPM.
Argentina y Uruguay tienen varios frentes abiertos, además del tema de la pastera. Por estos días, cuando se acerca la temporada de verano, el anuncio de aumento del 20% al 35% en el recargo que los argentinos deben pagar cuando hacen compras con tarjeta de crédito en el exterior fue una mala noticia para Montevideo.
Los comerciantes uruguayos se han manifestado preocupados por las restricciones sobre la moneda extranjera que pesan sobre el país vecino, si bien ya estaban advertidos de que el recargo podía aumentar antes de las vacaciones de verano, como sucedió a principios de diciembre, y que eso podría repercutir en el turismo.
Hoteles, supermercados y otros comercios lanzaron cupones especiales con descuentos, a la vez que algunos implementaron un sistema para pagar los productos de manera anticipada para aliviar los gastos a los viajeros argentinos.
Además, pesa la prohibición para que las mercaderías argentinas de exportación hagan trasbordo en puertos de Uruguay.
Durante su programa, el presidente uruguayo también aprovechó su intervención radial para reflexionar sobre el consumo en las fiestas: "Hay una especie de irreprimible deseo en el grueso de la gente de nuestros pueblos de poder gastar y gastar y consumir más, distintas cosas con relación a la época del año que nos toca vivir".
Sin embargo, el presidente sostuvo que los deseos hiperconsumistas a veces son "muy lógicos" y agregó que "si los gobiernos en sus políticas públicas desconocen ese deseo imperioso de las grandes masas, seguramente buena parte de esas mayorías le van a dar la espalda", según consignó El País de Uruguay.