A la espera del veto del presidente Javier Milei a la ley de financiamiento universitario, la UCR encendió las primeras luces de alarma por el Presupuesto 2025. Por un lado, el diputado Julio Cobos advirtió que las partidas destinadas a las casas de altos estudios son “casi la mitad” de lo que piden los rectores para el año próximo. Por otro, el senador Martín Lousteau llamó la atención sobre un artículo que pondría bajo amenaza la autonomía universitaria.

Según observó Cobos (uno de los radicales presentes en el acto de Milei), los fondos estimados para las universidades públicas “se encuentran lejos de lo necesario para el normal funcionamiento”: mientras que el CIN (Consejo Interuniversitario Nacional) estimó el presupuesto en 7.2 billones, el proyecto del Poder Ejecutivo otorga 3.8 billones.

En el proyecto del Poder Ejecutivo, las transferencias corrientes a universidades nacionales tienen una variación del 28,5%, pasando de $3.002.770 millones a $3.857.559 millones. En cambio, el CIN reclama $7.190.565.984.958 (1% del PBI) como garantía de “normal funcionamiento del sistema el próximo año”.

Esa cifra fue acordada por más de 70 autoridades superiores del sistema universitario en el último plenario, realizado el 30 de agosto en Santa Rosa, La Pampa. El monto exigido incluye, entre otros ítems, la recomposición salarial de docentes y no docentes a diciembre de 2023, tal como indica la ley que aprobó el Senado la semana pasada.
 
¿Autonomía en peligro?

El titular de la UCR, Martín Lousteau (quien no asistió este domingo a la presentación de Milei), denunció que en el Presupuesto “hay un ataque explícito a la autonomía de las universidades nacionales”. Lo dijo en relación al artículo 17, que según el senador condiciona las transferencias de fondos.

El artículo dice que las casas de altos estudios “deberán presentar ante la Subsecretaría de Políticas Universitarias dependiente de la Secretaría de Educación del Ministerio de Capital Humano la información necesaria para asignar, ejecutar y evaluar los recursos que se les transfieren por todo concepto”.

Por si fuera poco, establece que Capital Humano “podrá interrumpir las transferencias de fondos en caso de incumplimiento en el envío de dicha información en tiempo y forma”.
En este sentido, la diputada cordobesa Gabriela Brouwer de Koning recordó que “las universidades, por su estructura de cogobierno democrático, están diseñadas para funcionar sin depender de las decisiones coyunturales del Poder Ejecutivo”.

“Necesitan recursos que no pueden ser condicionados discrecionalmente para cumplir con sus misiones de educación, investigación y extensión. La independencia en la gestión de estos recursos es clave para el desarrollo de sus funciones esenciales”, explicó la legisladora radical.

En el Presupuesto 2025 se fijan $243.045.005.370 para la Universidad Nacional de Córdoba; $20.471.759.917 para la de Villa María; $51.012.367.732 para la de Río Cuarto; y $800.000.000 para la de Río Tercero, la última en crearse.

Veto

Diputados de distintos bloques de la oposición darán la batalla por más partidas mientras definen qué hacer ante el inminente veto de Milei a la ley de financiamiento universitario. El antecedente de la movilidad jubilatoria es desalentador, pero hay esperanzas depositadas en otra posible movilización multitudinaria en defensa de la educación, como la que sucedió en abril.

“El radicalismo no tiene margen para no insistir. Hay que hacerlo sí o sí”, dijo Cobos a La Voz.

En Diputados, que fue la Cámara de origen, el proyecto había obtenido 143 votos afirmativos, 77 negativos y una abstención el pasado 15 de agosto. Faltaron cinco votos para que la aprobación fuera por dos tercios, mayoría que debería reunirse ahora para ratificar la ley.

Inevitablemente, las miradas vuelven a posarse sobre los cinco radicales que dieron vuelta su voto con la ley previsional y fueron parte de los “87 héroes”, en palabras de Milei. De ellos, tres habían votado a favor del financiamiento universitario (el neuquino Pablo Cervi, el correntino Federico Tournier y el misionero Martín Arjol) y dos se habían ausentado (el cordobés Luis Picat y el tucumano Mariano Campero).

Qué dijo Milei

En la presentación del Presupuesto en el recinto de Diputados, Milei insistió en que “las necesidades son infinitas y los recursos son finitos”, y aseguró: “El político sabe perfectamente que cuando aumenta el gasto público le está poniendo plata en un bolsillo a la gente para sacarle el doble por el otro”.

“Por esto vetamos el proyecto de aumento del gasto público que sancionó el Congreso, y por eso vetaremos todos los proyectos que atenten contra el equilibrio fiscal. No vamos a ser cómplices de estafar al pueblo argentino para adoptar una medida populista”, enfatizó el presidente.

Además, dijo que solo aceptará aumentar el gasto “cuando el pedido venga con una expresa explicación de qué partida hay que reducir para cubrirlo”. La oposición dialoguista, en respuesta a este argumento, pide revisar el gasto tributario, que consiste en exenciones y beneficios impositivos que otorga el Estado a determinados sectores o zonas. El ejemplo más citado es el régimen de promoción industrial de Tierra del Fuego. Milei no se refirió al tema en su discurso.



La Voz