El domingo libre fue una jugada de Diego Martínez para que sus dirigidos procesen la derrota contra Racing y lleguen al abrir de la semana con la cabeza renovada -y el cuerpo descansado- con el fin de planear el partido más importante del segundo semestre. Porque lo cierto es que en Boca no hay otra preocupación que el Superclásico; si ya de por sí es el evento del año, ahora sin Copa Sudamericana y en medio de este presente turbulento, toma otra dimensión aún mayor en el que todos los que conforman la delegación se jugarán mucho.
En cambio, en River todavía la mira no está puesta en el duelo en la Bombonera del sábado 21 de septiembre a las 16. ¿El motivo? porque, tal como indicó Marcelo Gallardo, "primero lo primero", es decir, la ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores contra Colo-Colo. Y esto no es un dato menor: el martes el Millonario jugará en Chile y recién el miércoles, con un viaje de por medio, cambiará el chip.
Acá el punto, entonces, no solo tiene que ver con el tiempo de preparación que le podrá dedicar Boca al Superclásico, sino también con la ventaja que le supondrá en cuanto al descanso. Seis días habrán pasado desde la derrota contra Racing hasta el momento en el que el árbitro -todavía a la espera de ser designado- marque el inicio de la batalla ante los de Núñez; mientras que en la vereda de en frente, teniendo en cuenta que ante el Cacique el duelo es a las 21.30, tendrán menos de cuatro días para recuperarse físicamente.
La llave copera, ya programada para estas fechas desde hace tiempo, cayó justo en plena semana del partido más convocante del país y River deberá surfear esa ola para llegar de la mejor manera posible ante un Boca que, eliminado en octavos de la Copa Sudamericana, dedicará todos su esfuerzos a torcer este presente el sábado.
Si esas horas de diferencia de descanso tienen incidencia en la cancha o no, recién se verá a las claras cuando comience la acción en La Bombonera, pero a priori es una carta que en Brandsen 805 saben que deben aprovechar. Y, de hecho, puede decirse que ya lo están haciendo, considerando que esta semana le vendrá como anillo al dedo a Diego Martínez para recuperar a dos piezas elementales como Luis Advíncula y Edinson Cavani.
La situación de Advíncula y Cavani para el Superclásico
El peruano había llegado dolorido de la doble fecha de las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2026. Días después, se conoció que aquel inconveniente que lo aquejaba estaba relacionado con su tendón de Aquiles, el mismo que "casi se rompe"-de acuerdo a las declaraciones del jugador- en la primera fecha de la Copa América 2024 versus Chile.
Por lo tanto, luego del final del receso, el cuerpo técnico decidió preservarlo frente a la Academia y su lugar lo ocupó el marcador de punta cordobés. Ya recuperado de su dolencia, y con muchas ganas de volver al ruedo, Advíncula se entrenará normalmente con el plantel a partir del lunes y cuenta con serias posibilidades de integrar el once del sábado en La Bombonera, en el marco de la fecha 15 de la Liga Profesional.
Lo del Matador fue distinto, porque la semana pasada transitó la etapa final de la recuperación de un desgarro en el sóleo. Su ausencia en la delegación que se trasladó unos pocos kilómetros hasta Avellaneda no estuvo relacionada con una nueva lesión o un aumento de dolor en la zona, sino como un acto de precaución por parte de Diego Martínez.
A diferencia de Advíncula, el uruguayo no tiene su lugar tan asegurado en el once. La última vez que pisó el campo de juego fue en la victoria contra Cruzeiro por 1-0, gol suyo mediante, en la ida de los octavos de final de la Copa Sudamericana, lo que significa que viene con poco roce físico y rodaje futbolístico. Además, Milton Giménez, otra de las incorporaciones del Xeneize en el mercado de pases -cuyo pase pertenecía a Necaxa-, lleva cinco goles en ocho presentaciones con la camiseta de Boca y no evidenció problemas a la hora de formar sociedades con Miguel Merentiel o Brian Aguirre.
Lo que es seguro es que integrará el banco de suplentes del cuadro de la Ribera frente a la Banda, porque ya demostró sus ganas de volver a sentir el olor del césped a través de un posteo que se viralizó antes de jugar con Racing, en el que expresó su lamento de no estar presente en el Cilindro.