Así lo planteó Osvaldo Giordano, y consideró que para mejorar el federalismo y la distribución de los recursos sería muy bueno que las provincias se financien con un IVA más fuerte, y la Nación se financie con la Aduana.
Osvaldo Giordano
Osvaldo Giordano, ex Ministro de Economía de Córdoba se presentará en la Sociedad Rural de Río Cuarto, donde brindará una charla.
Consultado acerca del tema de si hay financiamiento para las jubilaciones que vetó el Presidente Milei y frente a si se podría pagar o no, Giordano comentó que “depende de cómo se instrumente la ley, habría alternativas para hacerlo compatibles Por un lado, las muy buenas intenciones de la ley, que es corregir una deficiencia grave que tenemos actualmente, que es que está la movilidad regulada por un DNU y con un mal empalme entre la vieja fórmula y la nueva. Y la posibilidad, que muy bien argumenta el gobierno, de que no es recomendable poner en juego el equilibrio fiscal”.
Giordano expresó que si se instrumentara correctamente, se podrían cumplir los dos objetivos. “Es decir, se podrían conseguir los fondos, a través de la herramienta que actualmente paga un bono de 70 mil pesos. Ese bono lo maneja por decreto el Ejecutivo, es decir, lo puede cambiar y podría hacerlo a partir de un criterio más selectivo. Es decir, darle el bono a las personas que no tienen otro ingreso. Actualmente lo cobran todos los que cobran el haber mínimo. Podría seleccionarse mejor quienes lo benefician y con ese ahorro compensar las consecuencias de la aplicación de la ley y de esa manera estar en un escenario mucho mejor que el actual”.
-Cuando habla de que las provincias deberían financiarse con lo que recauda, ¿Usted entiende esto como un modo de federalismo, es factible instrumentarlo con un Estado nacional ausente?
Las finanzas públicas reconocen un principio de los primeros que nos enseñan en la facultad que es bueno que cada nivel de gobierno se financie con los impuestos que recauda. Es decir, que quien decide hacer un gasto también le tenga que comunicar a la población con qué financiará ese gasto, qué impuestos cobrará esa población para poder pagarlo. De manera que es un principio altamente recomendable, contribuye a la eficiencia, a la transparencia. El tema es que para llevarlo a la práctica se requiere un replanteo general.
Es decir, si toda la plata se la guarda el gobierno nacional porque recauda el gobierno nacional, difícilmente puede ser viable en las provincias y en los municipios. Por lo tanto es un principio que debería de Argentina llevarlo a práctica, pero que deba replantear el régimen de coparticipación.
Es decir, darle a las provincias mayores potestades tributarias para que tengan la herramienta para financiarse y de esa manera, la Nación se financia con lo que recaude, las provincias con lo que recaude y los municipios con lo que recaude. Sería muy ordenador, pero que requiere un replanteo global de nuestro sistema tributario y de esta forma en cómo administramos el gasto público.
Por ejemplo, que las provincias se financien con el IVA, que además absorbe a ingresos brutos con un mal impuesto, es decir, tener un IVA más fuerte y que sea la principal fuente de financiamiento de las provincias, y que la Nación se financie con la aduana, que siempre lo fue, y aún porque constitucionalmente no es una fuente, las cargas sociales y el impuesto a las ganancias. Ese esquema, dicho de manera muy simplificada, pero el libro lo desarrollamos más en detalle, sería posible y le permitiría a cada provincia financiarse con lo que recauda, con el IVA que paguen sus habitantes, y la Nación tendría sus propias fuentes de financiamiento.
Un esquema mucho más simple, más transparente, y como les digo, permitiría a los ciudadanos tener más cerca lo que hace cuando paga los impuestos, con los servicios que le dan las provincias o el municipio, por ese esfuerzo que hace de pagar impuestos.
Creo que es fundamental que desaparezcan los ingresos brutos. No hay posibilidades de desarrollo si mantenemos un impuesto tan malo como ingresos brutos. Lo que pasa es que decirle a la provincia, elimine ingresos brutos, sin un mecanismo alternativo es llevarlo a la quiebra, porque es una fuente de financiamiento muy importante para las provincias. Pero si vamos a un esquema donde el IVA lo absorba y se lo queda cada provincia por el valor agregado que genera cada provincia, que cobre ese impuesto, esto es factible.