cómo se formó en el Polo Norte el raro fenómeno que se da una vez cada 20 años. Los científicos la identificaron como una aurora nunca antes vista desde la Tierra. Los detalles del descubrimiento.
Una madrugada de Navidad, en la isla ártica de Svalbard (Noruega), un objetivo de ojo de pez apuntaba hacia un cielo nocturno verde brillante. A diferencia de la emblemática aurora boreal, en la que finas estructuras serpenteantes se entrelazan bajo las constelaciones, esta aurora se extendía por el cielo en un manto verde casi uniforme.
"Esta aurora tenía una forma muy suave y su estructura era una mancha difusa de color verdoso. Era como un gran pastel verdoso", explica Keisuke Hosokawa, físico espacial de la Universidad de Electrocomunicaciones de Tokio (Japón). Hosokawa nunca había visto nada igual.
La extraña aurora cubrió el cielo del Polo Norte los días 25 y 26 de diciembre de 2022, y Hosokawa y sus colegas han identificado ahora el fenómeno como una rara aurora de lluvia polar en Science Advances.
¿Qué son las auroras?
Las auroras son producto de los electrones del sol que quedan atrapados y acelerados por el campo magnético de la Tierra. Los electrones fluyen desde la corona solar, su atmósfera más externa, en un plasma llamado viento solar.
Debido a la gran variedad de partículas de alta energía que contiene, los electrones del viento solar no suelen tener energía suficiente para crear auroras visibles al llegar a la Tierra. Pero una vez que quedan atrapados por el campo magnético del planeta y se excitan, los electrones interactúan con los átomos de nuestra atmósfera y producen auroras. Los espectáculos de luz aparecen alrededor de los polos de la Tierra, pero rara vez sobre los propios casquetes polares.
¿Cómo se forman las auroras de lluvia polar?
Por el contrario, las auroras de lluvia polar son causadas directamente por electrones del viento solar. El fenómeno recién descrito de 2022 "es un contraejemplo fascinante en el que un casquete polar parece estar lleno de electrones que llegan directamente de la corona solar", afirma David Knudsen, físico de la Universidad de Calgary, en Canadá, que no participó en el estudio. "Se trata de un suceso muy inusual".
Las auroras de lluvia polar se han captado antes en datos de satélite, pero nunca desde cámaras terrestres. Hosokawa se topó con la aurora de 2022 por casualidad, tras tomarse un descanso durante las vacaciones de su rutina semanal de revisar las cámaras de auroras. Cuando estaba revisando los datos acumulados, la descubrió como un regalo de Navidad tardío.
"Cuando vi ese tipo de aurora tan extraña, de repente me di cuenta de que esto era especial y de que tenía que hacer algo. Así que empecé a mirar los datos de satélite obtenidos al mismo tiempo, y vi la firma de la lluvia polar", dice Hosokawa.