"Así como tenemos funcionarios que nos dan vergüenza en el mundo, también tenemos a Bergoglio. ¿Cómo no nos dimos cuenta antes y no lo elegimos presidente? ¿Cómo se nos escapó?" La definición de la periodista del diario La Nación, Evangelina Himitian, despertó sonrisas en el auditorio durante la presentación de su libro Francisco, el papa de la gente , el primero que se edita en la Argentina y que está en proceso de traducción a varias lenguas.
 
En la Sala Leopoldo Lugones, en la 39a Feria del Libro, Himitian compartió el estreno editorial con el periodista José Ignacio López, con el sacerdote Carlos Accaputo, responsable de la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Buenos Aires y el rabino Abraham Skorka, director del Seminario Rabínico Latinoamericano.
 
Todos destacaron la calidad del libro que Himitian escribió en apenas un mes, ya que fue contactada por la editorial Aguilar el 16 de marzo último, apenas tres días después de que el cónclave de cardenales eligiera a Francisco como el sucesor del papa Benedicto XVI.
 
"Éste es un momento histórico para los creyentes y para los no creyentes. Desde el 11 de febrero, día en que renunció Benedicto XVI, se puso en marcha un nuevo tiempo. La elección de Bergoglio como obispo de Roma, sus gestos, su prédica, muestra que en la Iglesia está empezando una nueva época", señaló José Ignacio López.
 
Himitian recibió elogios. "El libro está muy bien escrito y muy bien documentado. Refleja la labor y la personalidad del nuevo papa", afirmó Skorka. Para Accaputo, la obra es "ágil, amena y de fácil lectura", y felicitó a la autora. "No es fácil hacer esto en tan poco tiempo", argumentó.
 
Accaputo y Skorka compartieron anécdotas vividas con el ex arzobispo porteño, con el que mantienen una sólida amistad, y revelaron su convicción de que Bergoglio iba a ser Papa. Ambos coincidieron en plantear que Francisco tiene por delante un "gran desafío".
 
Accaputo señaló: "Dios le dio un don con el que tuvo que convivir y padecer durante su vida". Skorka lo equiparó con los profetas: "El profeta siempre criticaba y se ponía en una actitud dura en la lucha por la justicia social".
 
También puso énfasis en destacar que "Bergoglio es una persona ética que busca el bien de los otros y del pueblo. Es un ortodoxo abierto. No cree en los planteos puritanos, cree en el hombre real que ama, peca, vive, se equivoca".
 
Fuente: La Nación