Una importante revelación ocurrió en las últimas horas en el expediente que busca esclarecer la desaparición de Loan Danilo Peña. Una pericia a las muestras recolectadas de la camioneta Ford Ranger de Carlos Pérez, el marino retirado que es el principal sospechoso del caso, reveló la presencia de ADN humano “apto para cotejo”, afirman altas fuentes del caso.

“La muestra peritada fue encontrada en el guardabarro de la Ford Ranger, es de sangre y contiene ADN masculino”, asegura un investigador. Los dos pelos hallados dentro del vehículo, en cambio, no fueron considerados no aptos para cotejo.

Así, la mancha del guardabarro se convierte en una señal esperanzadora, en una investigación marcada callejones sin salida, con tres fiscales, cuatro fuerzas de seguridad involucradas y 25 días de trabajo de campo. “Ojalá sea la llave”, dicen desde dentro de la investigación. ¿Qué quiere decir que la muestra sea “apta para cotejo”? Simple: tiene la integridad suficiente para ser comparada con una muestra similar para demostrar el vínculo familiar.

Así, la muestra del guardabarro se podrá cotejar con el ADN tomado a los padres de Loan, con hisopados de saliva realizados por la Policía de Corrientes al comienzo del caso y luego por la PFA la semana pasada.

Si la muestra resulta ser de Loan, entonces, podría confirmarse la hipótesis del accidente, introducida en el expediente por la denuncia realizada ante la Justicia de Corrientes por Laudelina Peña, hoy presa en el penal de Ezeiza por la posible sustracción y ocultamiento de Loan, y criticada por varios testigos.

Laudelina había asegurado que Pérez atropelló a Loan en el naranjal cercano a la casa de su madre Catalina, tras un almuerzo realizado el 13 de junio pasado. Tras matar al chico, la tía afirmó que fue amenazada por María Victoria Caillava, pareja del marino retirado, para que guardara silencio. Aseguró en ese entonces que Loan estaba muerto, pero que no sabía dónde estaba su cadáver.

En su indagatoria del viernes, a la que fue llevada por la sospecha de que plantó el botín del chico para despistar la investigación -hecho que confesó-, Laudelina dio un giro insólito: aseguro que su sobrino estaba vivo, pero que tampoco sabía donde estaba. Luego, quedó detenida.