“En Farsantes no la pasé bien y por respeto al público me quedé un mes más”, señaló el actor a raíz de los escándalos que se vivieron dentro de las grabaciones de la ficción del Trece.
Farsantes logró cautivar con su historia al público televisivo, pero las peleas entre los integrantes del elenco salieron a la luz, aunque los actores hicieron lo posible por desmentirlas.
Facundo Arana pidió que su personaje saliera antes de lo previsto y el actor explicó ahora cómo fue la charla que tuvo con Adrián Suar cuando le comunicó que quería bajarse de la tira que se emite por El Trece.
"Cuando yo le expuse a Adrián (Suar) que sentía la necesidad de irme le conté mis razones. Adrián me dijo: 'Te comprendo, yo haría exactamente lo mismo que estás haciendo vos'. Entonces se lo agradecí, pero me pidió que grabe un tiempo más, y eso era un mes. Y me habló del público. Le respondí que por respeto al público iba a hacer ese mes más", señaló el actor en una entrevista con Clarín.
"Nunca sentí que quedé rezagado. Sentí que Beto (su personaje) brilló, tanto que la gente me pide a gritos que vuelva. ¡A gritos! Si lo hago es porque mi corazón me dice que vuelva y si mi corazón dice que no vuelva, no vuelvo y se acabó la historia", agregó.
Al ser consultado sobre si volvería a trabajar con los mismos compañeros, respondió: "Todos los días de mi vida me replanteo si tengo ganas o no de cruzarme con determinadas personas. No sólo en lo laboral, sino también en la vida. Está lleno de muy buena gente con la que pegas onda, pero cuando no pegas onda no quiere decir que sean mala gente, simplemente no pegaron onda con uno. Uno no es un billete de cien dólares para gustarle a todo el mundo".
Además se refirió a las declaraciones de Alfredo Casero sobre Julio Chávez: "Esas cosas me hacen temblar, como lo que leí de Casero diciendo algo sobre Julio Chávez. Yo sé que Alfredo sufre mucho esas cosas, los compañeros no tienen que hablar de los compañeros. Tienen que hablar con su trabajo, la gente sabe quién es quién. Hablar de esas cosas es hacer ruido".
“Eso es lo que enaltece o envicia a la profesión. En los premios siempre agradezco y agradezco al público y a mis compañeros. Jamás en mi vida tuve que pedir disculpas por ser soberbio o porque soy lo que puedo. Yo no tengo problemas. No me gusta que me vengan a preguntar a mí por problemas que tienen otros. No sé qué problemas tendrán. Yo me voy a mi casa, tengo tres hijos que criar y muchas cosas que hacer si no la paso bien en un lugar, y en ese lugar no la pasé bien. Nadie dice las cosas como son, todos dicen cualquier cosa, tuitean y nadie dice "hasta acá". Yo con silencio, respondo”, finalizó. (Primicias)