Nahuel Andrés Robles, un adolescente de 19 años de edad, murió desangrado luego de ser apuñalado por un delincuente que le había robado el celular. El dramático hecho ocurrió en la ciudad de Santo Tomé, a unos cuatro kilómetros de la capital de la provincia de Santa Fe.

El crimen ocurrió el martes a las 18 en el barrio La Cruzada, en Necochea y Moreno, y quedó grabado por una cámara de vigilancia y se ve cómo el joven, tras ser abordado por un delincuente, corrió tras él para recuperar lo que le había robado. Lo alcanzó y forcejearon hasta que el ladrón lo apuñaló en el lado izquierdo del tórax.

No se sabe con precisión si la puñalada fue en el cuello o en el pecho; lo que sí fue evidente es que el joven se llevó la mano a la zona para intentar detener la hemorragia. Aún se aguardan los resultados de la autopsia para saber dónde fue exactamente la herida.

Acto seguido, el joven regresó caminando por la calle, despacio, tomándose el pecho con la mano. Pidió auxilio a una mujer que iba en bicicleta. Robles se agachó, se sentó sobre el cordón y posteriormente se recostó en la vereda.

Otro vecino en motocicleta fue a pedir asistencia médica para Nahuel, pero la ayuda no llegó a tiempo.

El adolescente fue trasladado en estado crítico al Sistema de Atención Médica para la Comunidad (Samco) de Santo Tomé, donde los esfuerzos por reanimarlo no dieron resultados favorables y se confirmó el deceso del menor.

Según informó El Litoral, La causa quedó en manos del fiscal Estanislao Giavedoni.

El presunto asesino, Carlos Alberto .G, de 19 años, se entregó anoche a la división Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI), acompañado de su abogado, y se puso a disposición de la Justicia.

El caso presenta semejanzas con el homicidio del ingeniero Mariano Barbieri en el barrio porteño de Palermo. En agosto del año pasado. Barbieri se resistió al robo de su celular mientras estaba en la Plaza Sicilia, en el parque Tres de Febrero, y fue apuñalado en el pecho con un cuchillo tipo “tramontina”.

La víctima cruzó la Avenida del Libertador e ingresó en la heladería Cremolatti, en el cruce de Lafinur. Una cámara del
interior del local registró la entrada de Barbieri, que pedía auxilio hasta que se acostó, boca arriba. La herida le había perforado el corazón.




LA NACION
Imagen: Diario Chaco