En una ceremonia emocionante, el cóndor andino que estaba herido y fue rehabilitado en el Centro de Conservación Florofaunística de La Florida, volvió a surcar los cielos.
Este martes a las 10:57, Javier Agüero, hijo del vecino que encontró al cóndor andino herido y lo puso a salvo, tuvo el honor de abrirle la jaula. Un minuto después, ‘Kuruf’, con toda su belleza y majestuosidad, giró como en señal de gratitud hacia los humanos y luego emprendió vuelo, surcando un limpio y silencioso cielo.
Hay momentos que podrían definirse como sagrados. Este martes, en el Parque Nacional Sierra de las Quijadas, se vivió uno de ellos: la liberación del cóndor ‘Kuruf’, que significa viento en ranquel, un nombre elegido por los sanluiseños que votaron en redes sociales.
En este contexto, el secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Federico Cacace, agradeció al equipo estatal que concretó por primera vez una liberación en un parque nacional, y reflexionó sobre la importancia de la actividad: “Kurüf une a todos los sanluiseños con su vuelo y nos llama a trabajar juntos por la preservación de nuestra fauna nativa”.
El animal se recuperó gracias a un vecino del Parque que lo halló herido en inmediaciones del paraje San Antonio y lo puso a salvo, dando intervención a las autoridades. Trabajaron mancomunadamente los guardaparques; la secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable; la Policía Ambiental, dependiente del ministerio de Seguridad; el Centro de Conservación de Vida Silvestre emplazado en la Reserva Florofaunística de La Florida; y la Fundación Bioandina.
Algunos visitantes se acercaron a presenciar la liberación. También participaron alumnos de la Escuela Pública Digital N°16 ‘Xumuc Pe’; el secretario de Ambiente, Federico Cacace; y el intendente del Parque, Pedro Lunello.
“Lo encontró mi papá, a unos 20 kilómetros del parque. Se iba al trabajo y vio un ave rara, la siguió y pudo capturarla. La alimentamos y llamamos a Nahuel, el guardarque. Ellos organizaron para ir a buscarla y recuperarla en La Florida”, relató Javier. “Hoy me dieron un honor muy hermoso, es una experiencia que quedará siempre en mi recuerdo”, se explayó sobre la oportunidad de abrirle la jaula al cóndor andino.
Nahuel Valente es guardaparque nacional de Quijadas. “Todavía nos estamos recuperando de la ceremonia. Fue muy emocionante ver a este cóndor volver a su hábitat natural. Si bien está en las Quijadas, va y viene por distintos puntos del país, es un ave que migra. Hoy la liberamos acá y mañana puede llegar a Quebrada del Condorito o a Talampaya. Todo esto no sería posible sin un trabajo interinstitucional. Lo que más destaco es el valor que la comunidad le da a la flora y fauna. Gracias a la compasión del vecino que lo vio con su ala rota y al protocolo para rehabilitarlo que llevamos adelante, muchos ejemplares de esa fauna pueden volver y reinsertarse en el ecosistema”, dijo.
A muchas de las personas que participaron de esta comunión, les llamó la atención que otros cóndores sobrevolaban la zona, como aguardando la liberación. “Dicen que el cóndor lleva mensajes a otros planos, por eso creo que varios enviamos nuestros buenos deseos y reafirmamos el compromiso con la conservación y cuidado de los bienes comunes”, reflexionó Nahuel.
Como parte de la ceremonia, integrantes de la comunidad Huarpe de Guanacache realizaron un sahumado a quienes se encontraban cerca de la jaula, previo a la liberación. “No queríamos dejar de participar de un momento tan especial como este, la liberación de un animal tan representativo para todos los pueblos originarios. Hicimos un sencillo sahumado con jarilla, colocando una intención, teniendo en cuenta que representa la comunicación con planos superiores. Se detuvo a mirar a su alrededor, a todos los que estaban cerca. Nos contaba un guardaparque que como no tiene depredadores, es un animal que no tiene miedo. Eso me impactó mucho. Nosotros vivimos con un montón de miedos y este cóndor es el ave sin miedo”, expresó Liz Newton Carrizo, integrante de esta comunidad que se encuentra en el límite de la zona tripartita de San Luis, San Juan y Mendoza y que es docente de la Escuela ‘Xumuc Pe’ (‘Hijos del Sol’).
Valle Valdivieso se encontraba junto a su familia y amigas: “Nací en Mendoza y he vivido en muchos lugares, hace seis años que estamos en San Luis. Esta es la primera vez que visito Sierra de las Quijadas. Mi hijo se llama Kuntur, que significa ‘cóndor’ en quechua. Siempre es un animal que, por su simbología, nos ha acompañado durante todo este tiempo. Esta liberación se entrelaza con nuestra historia de vida”, expresó.