Bordamos por la paz – Río Cuarto invita a sumarse a una nueva ronda de bordado el próximo sábado 4 de mayo a las 10hs en la Plaza del Pueblo, por calle Alsina. Monica Neumann, integrante de este colectivo, contó los detalles en ES UN MONTÓN.
Bordamos por la paz – Río Cuarto invita a sumarse a una nueva ronda de bordado el próximo sábado 4 de mayo a las 10 horas en la Plaza del Pueblo, por calle Alsina. "Sólo hay que llevar tijera y bastidor, si contás con uno", contó Mónica Neumann en ES UN MONTÓN.
Esta vez la consigna es “Una víctima, un pañuelo”, que remite a víctimas de femicidio y de violencia estatal perpetrados en la ciudad de Río Cuarto y en la región. En esta ocasión estaremán acompañadas por familiares de víctimas a los que hemos invitado a participar.
La ronda de bordado del próximo fin de semana será la séptima desde la conformación del grupo, en octubre del año pasado.
Mujeres y hombres que toman el bordado como forma de intervenir en y visibilizar problemáticas sociales como los femicidios, la dictadura, la transfobia, la seguridad laboral, entre otras.
“Bordamos por la paz”, “bordando por la paz” o “Bordados por la paz” surge inicialmente en México, en el año 2011, ante la iniciativa de una serie de colectivos y organizaciones, como forma de protesta por la violencia, los asesinatos y la desaparición de personas que se producían como producto de la guerra contra el narcotráfico, a lo que el gobierno mexicano restaba importancia, caracterizándolos como “daños colaterales”.
Este movimiento se expande a distintos países del mundo y en Córdoba, Argentina, encontramos a nuestras antecesoras más cercanas; ahí se conforma un grupo de 3 bordadoras que periódicamente se reúnen con telas, hilos y agujas en espacios públicos convocando a distintas personas a que se sumen a la movida.
Las acciones de Bordamos por la paz Río Cuarto son las mismas que lleva adelante el movimiento a nivel mundial, pero adaptándolas a nuestra realidad local y regional. Han bordado, hasta el momento, las historias de los y las desaparecido/as y asesinado/as durante la dictadura cívico-militar-eclesiástica así como consignas más coyunturales en contra de las políticas antipueblo del actual gobierno nacional.
La propuesta de Bordamos por la Paz consiste en bordar sobre un tejido blanco el nombre y algunas características de las víctimas, o los pensamientos y sentimientos que cada uno tiene con respecto a la situación que se aborda. La actividad se lleva a cabo en un espacio público donde se invita a transeúntes a bordar y, al terminar, los pañuelos se exponen en la calle. A través de esta acción colectiva, se intenta generar la participación ciudadana para exteriorizar los sentimientos de dolor, de rabia y de impotencia que permanecen, la mayoría de las veces en silencio, y para sensibilizar a cada ciudadano con respecto a los dramas colectivos.
El color blanco de la tela evoca el banderín que se agita para pedir tregua. Cada pañuelo bordado cuenta la historia de una o varias personas víctimas de violencia. La elección de los colores con que se borda no es azarosa; los nombres de los desaparecidos se bordan en hilo verde, simbolizando la esperanza de volver a verlos, los asesinados en hilo rojo y en violeta, los femicidios. También se utilizan hebras negras como símbolo de luto. En general, los pañuelos no se bordan en un solo encuentro ni los borda una sola persona. El colectivo da seguimiento y cuidado a los pañuelos, cuyo bordado se retoma en juntadas posteriores.
Durante los encuentros se exponen los pañuelos, lo que permite la creación de un memorial ciudadano que activa la memoria de cada uno como resultado de una creación compartida.