Boca (16 puntos) y San Lorenzo (15) jugarán este sábado en la Bombonera, desde las 17, un partido con aroma a final en busca de la clasificación a los cuartos de la Copa de la Liga Profesional, a falta de tres fechas para el cierre de la fase regular.

Boca, en alza y con buenas chances de llegar a cuartos
El Xeneize llega en un buen momento y con dos éxitos en fila en los que hizo siete goles: cuatro a Racing en el clásico y tres a Central Norte de Salta en el debut en la Copa Argentina. En el medio, claro, estuvo el partido suspendido contra Estudiantes de La Plata, todavía no tiene fecha confirmada.

Los de Diego Martínez tienen hasta acá un 2024 irregular, en el que consiguieron algunos triunfos resonantes y derrotas donde el equipo dejó una pálida imagen, como contra Unión hace un par de fechas. Pero el equipo está creciendo y tiene, sin dudas, a Edinson Cavani en su mejor momento desde su llegada a Boca. El uruguayo, que se destapó con hat-trick contra Belgrano de Córdoba, lleva seis goles en sus últimos cuatro juegos, sin contar el ratito disputado contra el Pincha.

Para meterse en cuartos de final, Boca deberá sacar de mínima 8 puntos en los cuatro partidos que todavía tiene por delante, todos ante equipos que aún mantienen aspiraciones de clasificar: San Lorenzo (L), Newells (V), Godoy Cruz (L) y el suspendido con Estudiantes (V). 

San Lorenzo, obligado a un cierre perfecto para tener chances
San Lorenzo, por su parte, tuvo un muy flojo arranque de torneo, pero ganó los últimos dos partidos de forma consecutiva y se metió en carrera cuando parecía sentenciado. El cambio de esquema que propició Rubén Darío Insua, de pasar a jugar con cuatro defensores atrás y ganar más presencia en la mitad de la cancha con Agustín Giay, le permitió tener otra fluidez de juego, acompañar mejor a Elián Irala -top del Ciclón en lo que va de 2024- y tener otro protagonismo de cara al arco de enfrente.

Los resultados contra Sarmiento y Godoy Cruz acompañaron, el equipo no pierde desde la cuarta fecha y renació la esperanza por Boedo. Nada mejor que un clásico contra Boca en la Bombonera, tierra en la que el Ciclón ganó mucho a lo largo de la historia, para sellar la levantada, mantener las chances matemáticas y llegar con el ánimo arriba al debut en la Copa Libertadores del próximo miércoles, ni más ni menos que contra Palmeiras en el Nuevo Gasómetro.

Adam Bareiro, que regresa tras la fecha FIFA y cumplir con un partido de suspensión por acumulación de amarillas, es su gran carta de ataque: lleva cinco goles en la actual Copa de la Liga, hizo 20 de los últimos 35 del Ciclón y ya le convirtió dos veces a Boca.