El episodio fue este sábado, pasada la medianoche. Marina Calabró sufrió un intento de robo en el barrio porteño de Palermo.
El episodio fue este sábado, pasada la medianoche. Marina Calabró sufrió un intento de robo en el barrio porteño de Palermo.
Luego, Calabró relató lo sucedido: “Habíamos ido a cenar con dos amigas a un restaurante en Palermo. Fuimos temprano, eran las diez y algo. Después pasamos a tomar un café a la casa de Ana Rosenfeld, estuvimos hasta las doce y media pasadas. Salgo de la casa de Ana, doblo en Godoy Cruz, paso la estación de servicio y en el semáforo de avenida Del Libertador paro. Se me vinieron encima tres tipos, uno gritaba ‘bajate’ fuera de sí, los otros, no sé”.
La periodista continuó con la secuencia: “Uno vino de mi lado y me empezó a tironear de la manija. El auto estaba bloqueado; encima no es mi auto, es un auto que me prestaron porque el mío está ingresando al taller. Y otro (de los delincuentes) se me paró adelante, del lado del cordón de la vereda, como de la óptica izquierda. Y otro me golpeaba con el codo el vidrio, la ventanilla del acompañante. Yo estaba sola, tenía la cartera y el celular apoyados en el asiento del acompañante”.
“No sé qué decirte. Si no sé si me querían robar el auto, me querían robar la cartera. No sé, no entendía nada”, se sinceró en diálogo con este medio.
Entonces, continuó: “Venía un auto atrás mío, un auto gris metalizado. Y como el semáforo estaba en rojo, a mí lo único que se me ocurrió fue tocar bocina. El hombre igual, creo, ya se había avivado. En vez de quedarse atrás, se pudo al lado mío, como que estacionó en el semáforo. Y empezó a tocar bocina también”.
Calabró contaría después que, ante eso, uno de los sospechosos cruzó hacia la calle, el que estaba de su lado; y que el que estaba sobre la óptica izquierda se corrió. “No me animaba a pasar en rojo, primero porque no quería pisarlos. No, no, no podía pasarles por arriba. Y, segundo, porque no sabía si iba a cruzar: era avenida Del Libertador, un sábado a la noche, ¿yo que sé si vienen rápido? Dije, a ver si esto termina en un choque y me hago mierda. Así que nada, fue horrible”, recordó.
Cuando el semáforo se puedo en verde la periodista avanzó: “Me metí como pude. Nunca me había pasado, nunca me habían robado nada, ni el celular en la calle. Me asusté mucho”. Además, aclaró que, si bien no vio ningún tipo de arma, no sabía si las tenían.