El ministro de Economía, Luis Caputo, recibió a directivos de las principales cadenas. Insistió en que las empresas subieron sus precios previendo un escenario que no se dio.
El ministro de Economía, Luis Caputo, está convencido que tanto el precio del dólar como el de los bienes que se venden en los supermercados responden a una realidad que no sería la actual.
De ahí que si le preguntan, por uno o por otro, responde con argumentos similares. Por caso, en la reunión que mantuvo este lunes por la tarde con los principales directivos de cadenas de supermercados les aseguró que “los precios de los productos de consumo masivo no reflejan hoy la nueva realidad económica”.
Días atrás también señaló en una entrevista que el precio del dólar respondía a una mirada errónea de los operadores cambiarios y bursátiles quienes, a su entender, no estarían viendo el cambio que se está produciendo en Argentina.
En ese contexto, Caputo, el secretario de Industria y Desarrollo Productivo, Juan Pazo, y su par de Comercio, Pablo Lavigne, mantuvieron un encuentro en el Palacio de Hacienda con los líderes de los principales supermercados. Por el lado empresario se sentaron representantes de Coto, La Anónima, Carrefour, Chango Más, Día, y Cencosud.
“El Ministro hizo particular hincapié en el hecho de que los precios de los productos de consumo masivo no reflejan hoy la nueva realidad económica”, dice un comunicado oficial del Palacio de Hacienda. La nota agrega que “se debatieron alternativas para combatir la suba desmedida de precios y proteger de este modo a los consumidores”.
Caputo cree que las empresas “priceraron” (fijaron precio) suponiendo que iba a haber un desmadre de las condiciones económicas del país. Es como que hicieron un “overshooting” y ahora buscan retrotraer, pero sin bajar los precios de lista. Se supone entonces que en las empresas deberían hacer un “blanqueo” o un “sinceramiento” del valor al que venden las cosas en vez de mandar promociones del tipo “70% de descuento en la segunda unidad”.
En las últimas horas, tanto el ministro de Economía como el presidente Javier Milei salieron públicamente a través de redes sociales a cuestionar las promociones agresivas de las grandes cadenas.
Las empresas no respondieron bien a algunas medidas
Se nota en las últimas manifestaciones oficiales del Palacio de Hacienda que hay cierta desazón respecto de la manera en que han reaccionado las empresas ante medidas que se supone estaban dirigidas a facilitarles su trabajo.
En el encuentro con las empresas de consumo masivo del miércoles último, el comunicado oficial recuerda que “Caputo hizo hincapié en que el programa comenzó a mostrar resultados en términos de desaceleración en la inflación a partir del ordenamiento en las cuentas públicas y la mejora en la hoja del balance del Banco Central”.
Y además en el comunicado se hace una enumeración: ”Medidas de desburocratización y normalización del comercio interior y exterior como la no renovación del programa Precios Justos, la derogación de las leyes de Abastecimiento, Góndolas y Observatorio de Precios, la finalización de fideicomisos, y la derogación de regímenes informativos que sólo incrementaban los costos en las cadenas productivas”.
Más allá de los cuestionamientos, para los supermercados, desarmar el sistema de promociones en momentos de caída de las ventas resulta muy complicado. Es una herramienta que vienen usando desde hace varios años.
Caputo, además, insistió ante los lideres del retail que el gobierno no va a cambiar su plan. Explicó a los empresarios “que se está siguiendo a rajatabla el programa económico, basado en el equilibrio fiscal y en la recomposición del balance del Banco Central”.
“Agregó que bajar la inflación era la prioridad para poder estabilizar la economía, y así dar inicio a un ciclo de crecimiento que permita la baja de impuestos. Confirmó que el país no cambiará su curso económico, más allá de los vaivenes políticos”, enfatizó.
En otras palabras, el titular del Palacio de Hacienda trata de evitar que los agentes económicos fijen precios previendo un potencial descalabro económico o un salto del tipo de cambio imprevisto.