Hace varios meses, medios internacionales anunciaron que Queen podría vender su catálogo musical. Según publicó la revista estadounidense Billboard, fuentes cercanas a la banda contaron que está todo casi listo. La cifra que trascendió sería de 1.200 millones de dólares.
Estos activos musicales incluyen música grabada, publicaciones y flujo de ingresos complementarios, como los ingresos de la exitosa película de 2018 Bohemian Rhapsody, merchandising y otras licencias.
El acuerdo también puede incluir regalías del catálogo de grabaciones de América del Norte, que Queen vendió a Hollywood Records, propiedad de Disney.
Hace un tiempo, este sello discográfico destacó que cuando compró las grabaciones del legendario grupo fue por la duración de los derechos de autor, lo que podría significar que el sello tendrá los álbumes posteriores de la banda en los Estados Unidos por un total de 35 años, dado que la ley de derechos de autor en el país permite a los creadores rescindir y reclamar sus derechos de autor después de ese plazo.
Por su parte, la publicación especializada Music Business Worldwide, contó que Queen busca una venta récord de 1.000 millones de dólares por su catálogo desde mayo de 2023. Cada integrante tiene a su propio abogado que está trabajando en el tema, pero hasta el momento no dieron a conocer sus posiciones sobre la venta del catálogo.
Por qué las figuras venden sus catálogos musicales
La compra de derechos musicales pueden resultar muy rentables en el largo plazo, ya que el uso de cada canción, sea una descarga, un fragmento incluido en una película o en una publicidad, genera el pago de derechos.
Desde 2020, a raíz de la pandemia de covid-19, se realizaron importantes negocios por la adquisición de derechos musicales, especialmente con el auge de plataformas de música en streaming. Los mercados financieros se muestran interesados por el material de los artistas reconocidos e intemporales capaces de generar flujos de ingresos estables por la explotación de sus obras. En octubre de 2021, Tina Turner, de 81 años, vendió sus derechos musicales al grupo alemán BMG por una suma que no trascendió.
Antes, Bob Dylan había vendido su catálogo publicado a Universal Music por un estimado de 300 millones de dólares. Mientras que Stevie Nicks, de Fleetwood Mac, hizo lo mismo con una parte mayoritaria del catálogo del grupo y habría obtenido 100 millones de dólares. El cantante estadounidense-canadiense Neil Young y Blondie también firmaron acuerdos por cantidades aún secretas, al igual que Shakira.
En diciembre de 2021, Bruce Springsteen vendió los derechos de su catálogo musical a Sony por unos 500 millones de dólares e incluyó el catálogo musical grabado del artista así como sus creaciones como compositor, incluyendo éxitos como “Born in the U.S.A.” o “Streets of Philadelphia”, indicaron fuentes cercanas a estos medios estadounidenses.
Sony confirmó la adquisición en un comunicado, pero no detalló su monto. “Durante los últimos 50 años, los hombres y mujeres de Sony Music me trataron con el mayor respeto como artista y como persona”, sostuvo Springsteen en la nota de prensa. “Estoy emocionado de que mi legado continúe siendo cuidado por la compañía y la gente que conozco y en la que confío”, agregó el rockero.