Yerbateros: el DNU atenta contra el “equilibrio de la cadena productiva”
- 06/02/2024 17:04 hs
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Jonás Peterson, director del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) dialogó en exclusiva con Valor Agregado Agro sobre la preocupación reinante entre los productores ante modificaciones a la ley nacional e impacto en garantizar un precio mínimo, regular la actividad y generar el equilibrio dentro para desarrollarse.
Jonás Peterson, director del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) dialogó en exclusiva con Valor Agregado Agro sobre la preocupación reinante entre los productores ante modificaciones a la ley nacional e impacto en garantizar un precio mínimo, regular la actividad y generar el equilibrio dentro para desarrollarse.
“La yerba mate no es un cultivo anual, es un árbol que se planta y al quinto año recién tenemos la primer cosecha, es una gran inversión. Una vez que un productor decide plantar yerba mate, prácticamente está atado a esa producción y no tener un equilibrio en esa actividad, es fatal, porque si invertiste tu dinero en hacer una plantación de yerba mate y al sexto año no funciona más la actividad, ¿qué haces?”, dijo Peterson.
El INYM tiene un acuerdo dentro de la industria y los productores…
Sí, esa es una de las cuestiones que decide el INYM. Cuando llega la época de fijar precio nos reunimos los directores de diferentes sectores, tanto productores, trabajadores, cooperativas, secadero, industria, y definimos el valor de la materia prima, tanto la hoja verde como la yerba canchada, que es una materia prima con la mitad del proceso. Cuando no nos ponemos de acuerdo acá, se juntan todos esos datos de la negociación que hay en la mesa, se arma un expediente, se manda a Secretaría de Agricultura de la Nación y ellos definen un precio mínimo de sostén para la actividad. Es fundamental para nosotros tener un mínimo de sostén porque ese precio fija el mínimo que se puede pagar, si hay demanda generará mejores precios, pero por debajo de eso nadie puede pagar. Y el que pague por debajo de eso y se demuestre, es pasible de sanciones. Además nosotros tenemos un sistema de registro perfecto donde estamos todos registrados y con ese sistema de registro podemos controlar el cumplimiento, que es otra de las cuestiones que el DNU también elimina, tanto como, caprichosamente, los mecanismos de control y de cumplimiento de precios y de equilibrio de la cadena productiva, el DNU lo fue sacando uno a uno.
¿Por qué momento está pasando el sector hoy?
Durante los últimos 10 años la yerba se estabilizó y llegó a pasar un buen momento. Hoy, puntualmente, estamos pasando un momento complicado porque yo creo que esto no es solamente a nosotros que nos pasa. De fin de año para acá, los precios de los insumos se fueron a las nubes y nosotros nos quedamos con el precio que teníamos fijado para la zafra de verano, totalmente desfasado. La industria se plantó ahí, no nos quiere pagar más. Eso hoy nos deja con un futuro muy incierto.
¿Por qué hay directores del INYM, que dicen que está bien que se intervenga así con el DNU?
Nosotros tenemos a tres directores de la producción, uno de trabajadores, uno de secadero, dos de cooperativa y aparte tenemos uno por el Gobierno de Corriente, uno por el Gobierno de Misiones y uno por el Gobierno Nacional, este último renunció y la Nación todavía no ha decidido uno nuevo. Entonces, los dos industriales están felices con el DNU, lo escribió la industria, no me queda ninguna duda, es un negocio. El representante de la provincia de Corriente está feliz porque Corriente es netamente industrial, o sea, tienen pequeños productores a los que el Gobierno les importa muy poco. Tiene tres industrias que son las más importantes que consumen el 45% de toda la producción del país.