Luego del empate 1-1 ante Argentinos Juniors en su estreno en la Copa de la Liga, River comenzará un lunes muy activo en lo que respecta al mercado de pases. Después de las diversas lesiones que sufrió el plantel, las bajas por el Preolímpico de Venezuela y las críticas de los hinchas, la dirigencia acelerará para cerrar el arribo de Agustín Sant'Anna, de Defensa y Justicia, y Rodrigo Villagra, procedente de Talleres de Córdoba. Además, se mantiene el optimismo por Luciano Rodríguez, el delantero uruguayo que la rompe en el torneo sudamericano que clasifica a Paris 2024.
La situación del lateral derecho contó con novedades positivas en el cierre del fin de semana. Aunque desde la CD del Halcón habían afirmado públicamente que no lo iban a vender debido a la poca cantidad de días que faltaban para el inicio del campeonato, el jugador se plantó muy firme en su postura. A raíz del deseo del uruguayo de ser transferido, el entrenador Julio Vaccari decidió dejarlo en el banco de suplentes en la derrota frente a Godoy Cruz, pese a que se había entrenado normalmente toda la semana.
La transacción, que se haría a cambio de 2,5 millones de dólares por el 70 por ciento del pase, se demoró unas horas porque el Halcón pretende involucrar porcentajes de las fichas de dos juveniles del Millonario, cuyos nombres no trascendieron públicamente. A la espera de la respuesta oficial a este requerimiento, en Núñez se mantienen optimistas y creen que van a llegar a un acuerdo. Por otra parte, ya tienen acordada la duración del contrato del jugador -cuatro años- y también el salario.
Las charlas por el mediocampista de la T están avanzadas, pero no cerradas. El Millonario acercó una oferta de ocho millones de dólares, aunque no alcanzó las pretensiones económicas de Andrés Fassi. El problema para la dirigencia cordobesa es que el volante, hincha confeso de la Banda, pidió expresamente que acepten la propuesta y lo dejen marcharse. Hace tiempo está en conflicto por el tema de su venta e incluso no participó de las últimas convocatorias de Walter Ribonetto.
Otro detalle que no pasa desapercibido es que su hermano, Cristian, jugó entre el 2007 y el 2010 en River y hasta salió campeón del Clausura 2008 bajo las órdenes de Diego Pablo Simeone. Su arribo le vendría fenomenal al club de Núñez después de la salida de Enzo Pérez y la lesión muscular que sufrió Matías Kranevitter en la antesala del duelo frente al Bicho.